SANTIAGO - Anova, en el que habitan diversos sectores del sentimiento independentista gallego, cuenta con amplia experiencia en la elaboración de confluencias como AGE -en el Parlamento y las elecciones europeas-, las mareas municipales o En Marea -en el Congreso-. En todas han obtenido buenos resultados, pese a que la alianza para las gallegas haya sido más compleja de lo esperado.

¿Por qué apuestan por las confluencias desde su nacimiento?

-Desde su constitución en julio de 2012, Anova-Irmandade Nacionalista ha apostado por sumar fuerzas. Xosé Manuel Beiras, como portavoz, hace un llamamiento a formar una candidatura de unidad popular, incluyendo a fuerzas que sin declararse nacionalistas o independentistas reconozcan el derecho de autodeterminación. En esa vía seguimos.

AGE fue la primera experiencia en 2012, pero después ha habido otras hasta llegar a En Marea.

-Para las generales apostamos por En Marea, por crear un partido con adscripción individual. No pudo ser; ya que no todos los socios estaban por la labor. Pero la asamblea de Vigo del 30 de julio dio forma a ese sujeto político, constituyendo un partido donde se va a interiorizar En Marea. Es un paso importante.

La incorporación de Podemos no ha sido fácil. ¿Por qué?

-Decimos que la suma multiplica. Y lo creemos. Venimos apostando por eso desde hace tiempo, pero no existe esa convicción tan arraigada en Podemos. Por lo menos, en la dirección en Madrid o en Galicia. Eso no es ninguna crítica, es que los tiempos son diferentes. La concebimos como apuesta estratégica, pero ese proceso no está tan maduro en Podemos. Tienen una apuesta por la convergencia electoral, pero seguramente su propio partido es su apuesta estratégica. Es muy respetable.

¿La fórmula jurídica fue el principal escollo o hubo más?

-Ser partido o coalición puede parecer una cuestión técnica, pero para nosotros es una cuestión política. La participación en una coalición es muy diferente a la de un partido de adscripción individual. Finalmente Podemos entra en En Marea, y para nosotros es una buena noticia porque le puede dar un empujón a la candidatura para el 25-S.

Ustedes habían fijado las bases de la confluencia antes, el 30 de julio. ¿Han visto peligrar que Podemos se suba al carro de En Marea?

-Teníamos claro que había una serie de cuestiones irrenunciables: que En Marea se constituyera como una fórmula electoral de partidos y que el partido que quisiera sumarse debía hacerlo en pie de igualdad al resto. Podemos finalmente da ese paso, pero en Podemos también hubo posiciones diferentes y gente que apostó por la confluencia. En cualquier caso, este sujeto político viene para quedarse. No se concibe una alternativa de la izquierda rupturista sin contar con las mareas, el mundo del nacionalismo e independentismo... Todos son necesarios.

Hay quien ha criticado la postura mantenida por los ‘alcaldes de las mareas’ por “obstaculizar” la incorporación de Podemos.

-Tomamos una decisión asamblearia que tiene unas bases fundamentales. Lo que no podían hacer los alcaldes es romper los acuerdos asamblearios y deshacer el camino andado desde el 30 de julio en la asamblea de Vigo. Lo único que hicieron fue defender la posición asamblearia. Y ahí, después, Podemos puede tener otra posición, pero en ese caso nosotros no queríamos renunciar a caminar de cara a una estructura política de adscripción individual. Puede que haya sectores o dirigentes de Podemos que hubiesen preferido otra fórmula, como la coalición. Son libres de desearlo, pero nosotros también somos libres de elegir cuáles son nuestras condiciones de afianzar ese paso.

Las elecciones están a la vuelta de la esquina. Feijóo apunta a estar cerca de la mayoría absoluta. ¿Cómo encaran la campaña?

-Si Feijóo quiere conseguir mayoría, personalmente creo que es producto de nuestros propios errores durante estos meses. El PP en Galicia tiene perdida la calle. Hay una mayoría social que quiere una alternativa, pero nuestros errores estos meses que hacen que esa alternativa de la calle no se catapulte a las instituciones. Si nosotros recuperamos ese espíritu y conectamos con esos sectores sociales y se ven interpelados a la participación, hay partido que jugar y podemos darle la vuelta.