BILBAO - Sin interceder, las formaciones vascas y catalanas observan como testigos los paulatinos avances para la investidura de Mariano Rajoy. Tras una campaña en la que fueron reiteradamente marginadas por los cuatro grandes partidos estatales, los resultados electorales del 26-J establecieron una endiablada aritmética parlamentaria sin mayorías claras en la que adquirieron un papel trascendental. Desde entonces han sido muchas las miradas que se han dirigido especialmente al PNV como eventual socio de los populares al quedarse el binomio PP-Ciudadanos a tan solo siete escaños de la mayoría absoluta. Esas miradas han venido de la mano, sobre todo, del PSOE, que intenta desprenderse de toda la presión acumulada y evitarse así una abstención in extremis a costa de los grupos periféricos. La postura en Sabin Etxea, sin embargo, ha sido inflexible. Mantienen su firme negativa al presidente español en funciones y acusan a los socialistas de querer empujarles al bloque afín a Rajoy como táctica para ahorrarse un fuerte coste político. Así lo expresó ayer el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, que dijo sentirse “bastante harto” de que les muevan la silla en función de los intereses de uno y otro. El dirigente jeltzale calificó como “inaceptable” la actitud del PSOE durante las últimas semanas, en las que su secretario general, Pedro Sánchez, ha estado alejado de los focos a la espera de nuevos movimientos al respecto de la investidura.
Esteban no descartó la posibilidad de unas terceras elecciones y se mostró muy crítico también con los intentos de Rajoy por demorar su investidura. “Me parece que no es de recibo este retraso sine die, no sé buscando qué”, indicó, antes de que la presidenta del Congreso, por fin, lanzara la fecha del 30 de agosto. En la misma línea, afirmó estar sorprendido por el desarrollo de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, en la que ni siquiera se habló sobre las seis exigencias de Ciudadanos tal y como estaba previsto. En cualquier caso, el PNV seguirá ajeno a los diálogos entre Rajoy y Rivera escudándose en las complicadas relaciones entre el Gobierno Vasco y el español. “Esto no va de una negociación puntual, se trata de una actitud que ha mantenido y que sigue manteniendo el PP con respecto a Euskadi y al autogobierno vasco. Mientras esa actitud no cambie y no empiecen a hacer política, nuestra posición es clara”, subrayó Esteban.
La posición indiferente del PNV ante el tortuoso proceso de investidura se extiende también a EH Bildu, desde donde se quejan de que las cuatro grandes formaciones estatales están inmersas en “cálculos partidistas” en detrimento de las necesidades de la sociedad. Según su portavoz en el Congreso, Marian Beitialarrangoitia, “están más en el cálculo electoral de poder ir a un escenario en el que la ciudadanía pueda entender que el culpable es otro y ello le pueda beneficiar en unas terceras elecciones”.
ERC ACUSA AL PSOE Desde Esquerra se suman a las críticas jeltzales ante la pasividad del PSOE y les acusan de protagonizar un “sainete político” mostrándose incapaces de construir una alternativa de Gobierno para “enterrar políticamente a la derecha”. El portavoz adjunto en la Cámara baja, Joan Tardá, instó a Pedro Sánchez a comenzar a tejer un acuerdo con fuerzas de izquierda que, en todo caso, debería respetar “el derecho a decidir de todas las nacionalidades que componen el actual Estado español”. De la misma forma, planteó la actitud “cobarde” de la izquierda que impide derrocar un Ejecutivo de la derecha tal y como hizo ERC con IU al aupar al socialista José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia española en 2004.