madrid - El tortuoso proceso para investir a un nuevo presidente del Gobierno español vive hoy una de sus jornadas más decisivas para despejar su horizonte casi nueve meses después de la celebración de las primeras elecciones generales. El Comité Ejecutivo Nacional del PP se reúne para someter a votación las seis condiciones planteadas por Ciudadanos para negociar el sí de sus 32 diputados en la investidura de Mariano Rajoy. Las propuestas sobre regeneración política y contra la corrupción no han sido mal recibidas en Génova 13 y prácticamente se da por hecho su aprobación, si bien la apertura de una comisión parlamentaria para investigar el caso Bárcenas no parece un plato de muy buen gusto. Algunos dirigentes populares, de hecho, han abierto sutilmente la puerta a modificar en cierta medida algunas de esas exigencias, pero en el partido de Albert Rivera se muestran inflexibles. Esperan del PP un sí tajante, sin rodeos. “Las condiciones son innegociables porque no hay matices contra la corrupción”, advirtió ayer el secretario de Comunicación de C’s, Fernando de Páramo. El cumplimiento de algunos de los puntos esgrimidos dependerá del visto bueno de otras fuerzas parlamentarias, pues ambos partidos suman 169 escaños en un Congreso con 350 representantes. En cualquier caso, los de Rivera quieren el compromiso del PP y lo quieren por escrito. “No nos fiamos de un partido que durante cuatro años no ha hecho nada para luchar contra la corrupción”, se justificó De Páramo.
En Ciudadanos recuerdan, no obstante, que la luz verde del PP a las seis condiciones no se traduciría automáticamente en un sí de sus diputados en la investidura de Rajoy. En primer lugar, del encuentro que se celebrará hoy en la calle Génova deberá salir una fecha definitiva para la investidura del candidato en el Congreso. Y es que 20 días después de que Rajoy aceptara el encargo del rey, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, sigue sin convocar la citada sesión tal y como le insta la Constitución española. Desde C’s avisan de que no tiene sentido ponerse a negociar sin saber el día en el que se votará. “Si no hay fecha, no hay negociación”, puntualizó el vicesecretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas.
Además de concretar la fecha para la sesión de investidura, Ciudadanos quiere poner sobre la mesa otros aspectos programáticos para conceder su apoyo a Rajoy una vez haber asegurado las mencionadas cuestiones sobre regeneración política. Se trata de medidas reformistas relativas a la educación, la sanidad, las pensiones o las administraciones públicas. Para superar ese bache, se espera que los populares saquen del cajón el pacto del abrazo que firmaron PSOE y C’s en la fallida legislatura anterior para hacer presidente a Pedro Sánchez y realicen algunas concesiones partiendo de ese acuerdo.
Al margen de la investidura, Ciudadanos se ha mostrado dispuesto en todo momento para negociar la aprobación de unos nuevos Presupuestos que aseguren el cumplimiento de los compromisos con Bruselas. Sin embargo, desde C’s advierten de que dichas conversaciones no se abrirían hasta después de la investidura, ya que el actual Gobierno en funciones no puede aprobar las Cuentas. “Tiene que haber techo de gasto aprobado y Gobierno para que podamos empezar a hablar de Presupuestos”, aseguró José Manuel Villegas.
MÁS PRESIÓN PARA EL PSOE La previsible aprobación de las exigencias de Ciudadanos por parte del PP volverá a pasar la patata caliente al PSOE, que insiste en su negativa a Rajoy independientemente del sentido del voto naranja. Los llamamientos a la abstención socialista llegan desde todos los frentes políticos. Fernando de Páramo (C’s) insistió ayer en que su apoyo sigue siendo “aritméticamente fundamental” en la sesión de investidura e instó a la formación de la rosa a “elegir entre la abstención o mantenerse en el bloqueo”. Ante la postura de Ferraz, el secretario de Comunicación del partido naranja subrayó que “se puede trabajar desde la oposición” sin tener en cuenta el voto de la investidura y les instó a que, si lo desean, condicionen su apoyo “como está haciendo Ciudadanos, pero lo que no pueden hacer es mantenerse en el no”.
En el PP, por su parte, también dirigen sus declaraciones al PSOE. El vicesecretario estatal de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, acusó ayer en Zamora a los socialistas de estar “más empeñados en una investidura fallida que en que haya Gobierno” e insistió en llamar a “la responsabilidad, la reflexión y la coherencia” de forma que se respete el resultado del 26-J y se evite una nueva repetición electoral. “Tiene que haber una investidura que sirva para elegir a un presidente y si el PSOE no asume su responsabilidad y se abstiene para que haya un Gobierno, lo cual es perfectamente compatible con que ejerza la oposición, no habrá Gobierno y, por tanto, lamentablemente, si el PSOE no se mueve, iremos a unas terceras elecciones”, insistió el dirigente popular.
Expulsión de cargos imputados por corrupción política. Fue una de las exigencias que Ciudadanos impuso a Cristina Cifuentes para auparla a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Supresión del aforamiento. Rivera pide acabar con este “privilegio”, algo que el PP vetó durante el pasado mes de marzo en el Senado en una iniciativa del PSOE.
Reforma de la Ley Electoral. C’s pide listas abiertas y suprimir el voto rogado en el extranjero
Prohibición de los indultos por corrupción política. Los ‘naranjas’ critican que el Consejo de Ministros conceda indultos que “anulan la justicia por compadreo entre amigos”.
Limitación de mandatos. Rivera plantea que el mandato presidencial se limite a ocho años, es decir, dos legislaturas. Si se aplicara de forma retroactiva, Rajoy no podría ser candidato en 2020.
Comisión de investigación sobre el ‘caso Bárcenas’. El PSOE se ha adelantado al refrendo del PP y presentó en el Congreso una iniciativa similar.