GASTEIZ - La salida de prisión de Arnaldo Otegi Mondragon (Elgoibar, 1958) tras seis años y medio desató una euforia que disparó repentinamente las expectativas electorales de EH Bildu. La repetición de los comicios generales, sin embargo, demostró que ni su excarcelamiento ni los cambios de candidatos en la plancha dieron demasiado resultado. La izquierda abertzale ha intentado reinventarse ante el empuje de Podemos y, según los expertos consultados por este periódico, la elección de Otegi como candidato rompe con esa estrategia renovadora en la coalición soberanista. En opinión de Silvestre, “su imagen y su trayectoria nos retrotraen al ayer”. Su pasado es, al mismo tiempo, una fortaleza y una debilidad para el aspirante de EH Bildu que, a juicio de Urresti, “está fuera de juego porque la situación ha avanzado demasiado como para que se haya sabido adaptar al 2016”. Esa falta de adecuación, según el director de Gizaker, es extensible a la izquierda abertzale. “Se tienen que recomponer, modificar sus estructuras, les pesa demasiado su bagaje histórico”, reclama.
Los sondeos preelectorales apuntan a una estrecha pugna con Podemos para ser la fuerza mayoritaria de la oposición en el Parlamento Vasco. EH Bildu deberá redoblar sus esfuerzos ante una fuerza emergente con un aspirante clásico. “No creo que sea el mejor candidato en términos de nueva política, innovación, cambio y construcción de nuevos espacios de acuerdo. Su pasado pesa mucho en su imagen y en la libertad para construir nuevos discursos libres de ataduras y compromisos pasados”, opina la socióloga de la Universidad de Deusto. - X.G.