BARCELONA - Apenas ha echado andar y la nueva Convergència se está dando de bruces una y otra vez contra la misma pared. La elección del nombre del nuevo proyecto político de Artur Mas supuso un gran quebradero de cabeza durante el congreso fundacional celebrado el pasado fin de semana en Barcelona. Tras un arduo proceso con una marcada división interna, la denominación escogida fue Partit Demòcrata Català (PDC), opción por la cual no votaron ni el expresident ni Puigdemont, quienes optaron por Partit Nacional Català. Cuando la cuestión de la nomenclatura parecía zanjada, el Ministerio del Interior ha puesto una nueva piedra en el zapato de la refundación de los nacionalistas catalanes. Desde Madrid advierten de que el nuevo nombre no podrá ser inscrito porque podría dar pie a una confusión con otra formación política: Demócrates de Catalunya. Esta agrupación presidida por Núria de Gispert, expresidenta del Parlament, surgió hace un año a partir de una escisión de Uniò. Abiertamente independentistas, ocupan 3 de los 62 escaños de la coalición Junts Pel Sí.

La polémica parte de la ley de partidos políticos, que en su artículo 3.1 establece que la denominación de las formaciones no puede incluir expresiones que induzcan a confusión sobre su identidad. Este precepto, avalado por el Supremo y el Constitucional, afectó hace unos meses a Bloc Democratic Nacional, que intentó registrarse como Partit Demócrata de Catalunya pero el registro de partidos se lo impidió al ver semejanzas con Demócrates de Catalunya. Esta misma agrupación advirtió el pasado lunes de que el escenario se podría repetir en el caso del PDC y consultó al registro sobre esta cuestión sin llegar a presentar una denuncia formal. Su portavoz, Antoni Castellà, afirmó ayer que es “justo” que se impida registrar esa marca, aunque lamentó haber tenido que llegar hasta tal punto. No obstante, abrió la puerta a encontrar una solución acordada entre las dos partes implicadas.

DEFIENDEN EL NOMBRE Desde la nueva Convergència aseguran que seguirán defendiendo la recientemente adoptada denominación y niegan haber recibido comunicación oficial alguna. La portavoz de CDC y aspirante a coordinadora general del nuevo partido, Marta Pascal, evitó especular sobre los futuros acontecimientos y recalcó la “voluntad de colaboración” con sus compañeros de coalición. “Estamos tranquilos, tenemos claro el mandato y seguiremos defendiendo el nombre”, declaró. La llegada a un acuerdo también es la solución según Reagrupament, otro de los aliados del PDC. Su presidente, Ignasi Planas, llamó a llegar a un pacto que permita el “normal desarrollo de ambos partidos y la inscripción sin ninguna dificultad”. Además, criticó la postura del Ministerio de Interior, a quien causó de haber puesto “todas las trabas posibles”.