Bilbao - Cuando el futuro del proceso judicial abierto por la muerte de Iñigo Cabacas sigue sin estar claro, más de cuatro años después de que falleciera por el impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza, su familia exigió ayer a la Policía vasca que “asuma el daño causado y responsabilidades cuando toca”. Así lo afirmó Manu, padre del joven de Basauri, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado de su esposa Fina, sus abogadas y miembros de la plataforma Iñigo Gogoan. En dicha comparecencia, denunció el diferente trato que, a su juicio, reciben en comparación con otras víctimas. “El daño injusto causado por la Ertzaintza con la muerte de Iñigo nos lleva a seguir reclamando reconocimiento y reparación, el mismo que tienen otras personas consideradas víctimas”, reivindicó.

Se preguntó, por ello, por los motivos de “esa diferencia entre unas personas y otras. ¿Es distinto el daño causado? ¿Es distinto nuestro sufrimiento?”. Manu Cabacas agregó que “la humillación llega a tal punto que quienes son los victimarios, la Ertzaintza, se presentan como víctimas”. En la comparecencia celebrada en Bilbao cuestionó de nuevo “hasta dónde tenemos que aguantar esta diferencia para con Iñigo y con nosotros”, y censuró el intento de hacerles “invisibles, como si no existiéramos”. “Pero somos víctimas, estamos aquí y ese agravio no hace más que ahondar en nuestro sufrimiento y dolor”, añadió. Así, advirtió de que “la calidad de la Ertzaintza que pretenden vendernos no se demuestra con una Q de calidad enmarcada en las comisarías, sino asumiendo el daño causado y responsabilidades cuando toca”.

Se dirigió además al jefe de la Er-tzaintza, Jorge Aldekoa, que era responsable de la comisaría de Bilbao cuando sucedieron los hechos, afirmando que “lo que hemos vivido y estamos viviendo desde que una pelota lanzada por la Ertzain-tza acabara con la vida de nuestro hijo es indigno, indignante, humillante, y en lo sucedido el 5 de abril y después usted y otros tienen responsabilidad”. El progenitor de Iñigo Cabacas zanjó que “a pesar de los obstáculos, vamos a seguir luchando para que la muerte de Iñigo no quede impune, para cuidar y guardar su memoria, y para que algo así no vuelva a suceder jamás. Lo que haga falta y hasta donde haga falta”.

A la espera del juicio En la rueda de prensa, la abogada de la familia Cabacas, Jone Goirizelaia, anunció que los próximos días 13 y 14 de julio viajarán a Bruselas “invitados por el Parlamento Europeo para participar en una comisión, en mesas redondas y en una visita oficial”. Su objetivo es “trasladar nuestra preocupación y ver qué tipo de actuaciones se pueden hacer desde Europa en relación con el reconocimiento, esclarecimiento, justicia y garantía de reparación, para que no vuelva a suceder una cosa como esta”.

Avanzó que en Europa han encontrado “personas que entienden” que la cuestión del reconocimiento, la justicia y la reparación es “muy importante y se debe hablar de ella” en el continente. Recurrir a la justicia europea es, de hecho, una opción que se da por segura si la jueza instructora del caso acaba decretando el cierre del mismo y rechaza abrir juicio oral. Por el momento, la titular del Juzgado número 10 de Bilbao ha decidido ampliar en seis meses la instrucción de la causa en la que están imputados seis ertzainas. Y lo ha hecho por una mera cuestión técnica, dar tiempo a la Audiencia Provincial de Bizkaia de pronunciarse sobre el recurso presentado por la acusación particular ante la denegación de la práctica de pruebas por parte de la jueza.

En este sentido, Goirizelaia se opuso a las razones aportadas por la magistrada -“que da igual quién ordenó qué y que lo único que este procedimiento tiene que investigar es quién fue el autor material”, recordó- y defendió que “se puede acusar aunque no haya directamente autor material”. “Las cosas no pasan porque sí, sino porque se organiza un operativo, se dan unas órdenes, y todas las partes implicadas en este operativo también tienen su responsabilidad”, dijo. Su objetivo, por tanto, es “conseguir que se esclarezcan los hechos, que el juicio se celebre y que no haya un cierre en falso”.