bilbao - ¿Cómo valora el resultado?

-Con respecto a Euskadi, con todas las dificultades imaginables, con todos los medios de comunicación en contra o sin ningún amigo, con todas las encuestas en contra, y pese a que todos auguran que iban a enterrar al PSE, no lo han conseguido. Hemos repetido escaños, pero subiendo en porcentaje de voto, incrementado el número de votos y pasando a ser la tercera fuerza política de Euskadi.

De cara a las autonómicas, ¿supone un subidón para el PSE?

-Muchas fuerzas políticas nos daban por enterrados, empezando por el PNV. Y no ha sido así. El PSE lleva 137 años en nuestra tierra. No somos flor de un día ni el producto de un experimento de laboratorio. Estamos en la calle y hacemos propuestas serias para la gente. Vamos con humildad a esas próximas elecciones, pero considero que somos un partido absolutamente necesario en la escena política vasca. Aportamos sensatez, realidad y propuestas serias.

¿A nivel estatal tienen una sensación agridulce? No hubo ‘sorpasso’, pero el PSOE pierde cinco escaños y queda lejos del PP.

-Se siente pena. Pudiendo estar ahora en España con un gobierno con propuestas de cambio y de reforma profundas que necesita la gente, todo eso no se puso en marcha porque Pablo Iglesias decidió que no le habían salido las cuentas como pensaba y que tenía que elegir entre Pedro Sánchez o Rajoy. No le dio la gana, prefirió unas segundas elecciones y al final su ambición personal y su rencor han llevado a fortalecer a Mariano Rajoy y a resucitar al PP.

Un PP ganador, pero sin mayoría.

-Es verdad que el PP no tiene mayoría y se verá forzado a buscar acuerdos. El Rajoy que decía que igual no se presentaba a la investidura, ahora tendrá que empezar a trabajar desde el minuto cero. No puede quedarse a fumar un puro en La Moncloa, le corresponde mover ficha.

Del ‘sorpasso’ nada se supo.

-Decíamos que las encuestas no estaban acertando y que el PSOE es mucho PSOE. La gente ha confiado en Pedro Sánchez, ha confiado en el proyecto socialista y creo que lo que toca es analizar fríamente los datos y desde esa posición de oposición en la que nos han colocado los ciudadanos seguir defiendo nuestro proyecto.

¿Se aleja entonces la posibilidad de un gobierno de cambio?

-Hay que esperar a que las otras fuerzas políticas se manifiesten, pero en diciembre Sánchez tuvo en su mano formar gobierno apoyándose en los dos partidos que defienden la independencia de Catalunya, ERC y Convèrgencia, y no lo hizo porque una de las patas importantes de nuestro proyecto, además de regenerar la vida democrática, es abogar por una propuesta de convivencia para el conjunto de los pueblos de España. Y eso no se puede compartir con quienes se quieren ir de España. Ahora es igual. Es verdad que defendemos el no al PP y a Rajoy, pero somos un partido que no podemos pactar con aquellos que no comparten un proyecto común de convivencia. Insisto, debemos seguir defendiendo nuestro proyecto desde la oposición, donde nos han colocado la ciudadanía y los votos. Lamentablemente, y gracias a Iglesias, hoy hay menos opciones de un gobierno de cambio que en diciembre.

¿Pedro Sánchez ha salido reforzado de estas elecciones?

-Ha demostrado que en una tesitura completamente nueva, muy complicada, con nada a favor, con muchas zancadillas también dentro del partido que le han impedido volar mucho más rápido y más alto, ha conseguido mantener al PSOE como referencia en la izquierda, ser el segundo partido en España con todas estas dificultades y creo que es un suelo desde el que seguir trabajando. Y más que lo interno, ahora toca lo externo. El PSOE debe responder a la situación de interinidad que vive España y analizar con frialdad los datos. Luego llegará el Congreso del partido, convocado para después de que se forme el Gobierno de España.