Edimburgo - La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, anunció ayer que pedirá iniciar “conversaciones de inmediato” con las instituciones europeas para “proteger el lugar de Escocia en la UE”, tras el voto favorable en Reino Unido al Brexit. En una comparecencia tras reunirse con su gabinete en Edimburgo, la jefa de Gobierno escocesa precisó que solicitará entrevistarse con los dirigentes de la Unión Europea en Bruselas y con “otros Estados miembros” para analizar “todas las opciones posibles” para los escoceses.
En los próximos días establecerá “un panel de asesoramiento con expertos en finanzas, derecho y diplomacia para examinar las alternativas y procedimiento”, señaló. La líder independentista confirmó además que su Gobierno impulsará la legislación necesaria para facilitar un posible segundo referéndum de independencia en Escocia, una opción que, afirmó, “está sobre la mesa”.
Los escoceses votaron en masa a favor de permanecer en la Unión Europea en el referéndum del pasado jueves, que ganaron los partidarios de la salida del bloque por un 52% de los votos frente al 48%. A la luz de los resultados de la consulta, que han provocado manifestaciones de protesta en la más europeísta Escocia, Sturgeon convocó a sus ministros en su residencia oficial en la capital escocesa para decidir “los pasos a seguir”.
Entre otras cosas, el Gobierno escocés ha acordado convocar a los cónsules de los países europeos para ver cómo se puede atender a sus comunidades; al mismo tiempo, Sturgeon subrayó que los comunitarios establecidos en Escocia “son bienvenidos”. La ministra principal insistió en que el Ejecutivo del Partido Nacional Escocés (SNP), que gobierna en mayoría, procederá de manera “estable y eficaz” para “proteger decisivamente los intereses” de la nación histórica. Se comprometió también a trabajar duro para asegurar que Escocia sigue siendo “un lugar atractivo para los negocios”.
Tras conocer el resultado del plebiscito sobre la UE, Sturgeon señaló el viernes que un nuevo referéndum de independencia es “altamente probable”. “Tal como están las cosas, Escocia afronta la perspectiva de ser sacada de la UE contra su voluntad. Considero que eso es democráticamente inaceptable”, declaró.
Protestas A diferencia de lo que ocurrió en Inglaterra, en Escocia, más del 60% de los votantes optó por la permanencia en la Unión Europea, una nueva diferencia que separa a ambos territorios. El Gobierno del SNP, liderado entonces por Alex Salmond, convocó un primer referéndum de secesión el 18 de septiembre de 2014, que perdieron los independentistas con un 45% de los votos, frente al 55% que apoyó la unidad con el Reino Unido. El periódico escocés Daily Record, que en 2014 apoyó la unión, defendió en su edición de ayer la posibilidad de celebrar un segundo referéndum sobre la relación de Escocia con el Reino Unido.
Al conocer la victoria del Brexit, numerosos escoceses se manifestaron la noche del viernes ante el Parlamento de Edimburgo y en Glasgow para mostrar su desagrado con el resultado y protestar contra “el torrente de racismo” que se desató en la campaña del referéndum, después de que los euroescépticos centraran sus argumentos en el supuesto exceso de inmigración.