palma - El tribunal que se ha encargado de juzgar el caso Nóos -cuyo juicio comenzó el pasado 11 de enero- podría dictar sentencia a finales de año, previsiblemente a partir de octubre o noviembre, según estiman partes personadas en el procedimiento judicial. Las magistradas, no obstante, eludieron pronunciarse al respecto.

La exduquesa de Palma se enfrenta a una petición de ocho años de cárcel por parte del sindicato Manos Limpias, que la considera cooperadora necesaria de los dos delitos fiscales en que habría incurrido su marido, Iñaki Urdangarin, en los años 2007 y 2008. Es precisamente Urdangarin el acusado sobre el que pesan las solicitudes más elevadas de prisión: la Fiscalía Anticorrupción reclama 19 años y medio de cárcel para él, mientras que Manos Limpias eleva esta petición hasta los 26 años y medio.

Al exresponsable del Instituto Nóos Diego Torres también se le solicitan altas condenas: 16 y medio por parte del Ministerio Público y 22 y medio por parte del sindicato. La mujer del empresario, Ana María Tejeiro, también acusada, se enfrenta a dos años por parte de la Fiscalía y hasta 19 y medio por parte de Manos Limpias.

Las acusaciones atribuyen a ambos exsocios haber puesto en marcha y liderado una estructura empresarial mediante la que se apoderaron de hasta 6,2 millones de las Administraciones de Baleares, Comunidad Valenciana y Madrid. Para ello, urdieron “una maraña de facturación ficticia” a fin de desviar los fondos públicos y tributar menos a Hacienda.

El abogado defensor de la infanta, Pau Molins, pidió ayer al tribunal la “merecida absolución de doña Cristina de Borbón” y que “restablezca por fin la justicia para que nadie pueda dudar en el futuro de su inocencia”.

Minutos antes de que el juicio quedara visto para sentencia, el abogado pidió a las juezas una resolución absolutoria que transmita a la sociedad el mensaje contundente de que la Justicia “se aplica en condiciones de igualdad para todos, sin favorecer pero tampoco sin perjudicar a nadie por razón de su linaje, de su estatus social o de lo que se diga en los juicios paralelos”.

acusación “maliciosa” Molins fue el último abogado en intervenir en el juicio y cuestionó por “temeraria” y “maliciosa” la acusación ejercida por Manos Limpias contra la hermana del Rey como presunta cooperadora en dos presuntos delitos fiscales de su marido, Iñaki Urdangarin, en el IRPF de 2007 y 2008.

Así, calificó de “absolutamente desproporcionada” y “proscrita por el Código Penal” la pena de 8 años que pide el sindicato porque “jamás nadie ha sido objeto de semejante petición de condena” por un delito fiscal y la atribuyó a la búsqueda de notoriedad y repercusión mediática por parte de dicha organización.

El letrado confía en que la absolución de la infanta impida “que una organización presuntamente irregular consiga alcanzar la culminación de sus indecentes propósitos” y citó a Cicerón para proclamar que “la Justicia no debe aspirar a ningún premio: se la imparte por ella misma y de igual modo sucede con todas las virtudes”.

Molins defendió que Aizoon, la empresa que la infanta y su marido comparten al 50%, fue creada para canalizar los ingresos de Urdangarin como consultor y para actividades inmobiliarias y no como sociedad pantalla para defraudar a Hacienda como sostiene la acusación, que considera que el exduque de Palma la interpuso para beneficiarse al tributar mediante impuesto de sociedades en vez de IRPF y además desgravarse gastos. En su alegato final, el letrado insistió varias veces en que Urdangarin era el único administrador de hecho y derecho de Aizoon y en que ejercía “un dominio absoluto y exclusivo sobre la compañía”, donde la infanta “se limitaba a rubricar sin pedir explicaciones”. - Efe