Bilbao - La estrategia de Unidos Podemos para atraer a los votantes de izquierda sigue impulsada por los pronunciamientos de sus principales líderes. Algunos días antes lo hizo Pablo Iglesias, apelando a su alma socialdemócrata o insistiendo en que son la única alternativa para contrarrestar a un PP al que, pese a la diferencia de escaños que podría haber el 26-J entre uno y otro bando, ven como enemigo número uno. Pero ayer fue uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, quien apeló en Donostia a “los socialistas de corazón” para activar el “voto útil” que representa la confluencia electoral.

Monedero tampoco tuvo reparos en dirigirse a los votantes del PP, a los que les solicitó no apoyar a un partido que se ha visto salpicado por numerosos casos de corrupción durante los últimos años y que, pese a todo, mantiene una cómoda primera posición en todas las encuestas. Lo hizo al esgrimir que en el Estado “no hay siete millones de corruptos”, por lo que les pidió que no colaboren con su voto “con una España corrupta”. Fiel a su estilo, el que fuera uno de los padres de Podemos repasó la actualidad política desde la propia campaña, que calificó de mera “resignación”. Todo eso en un momento en el que tras meses de movimientos políticos de calado la ciudadanía debería de acudir a los colegios electoral “con más información”. Con un PSOE que “podía haber tenido en su mano la posibilidad de un gobierno de cambio y no se atrevió”, mientras que el “suflé de Ciudadanos se ha ido desinflando”, Monedero resumió gráficamente la situación de los tres rivales de Unidos Podemos: “Ciudadanos da risa, el PP da miedo y el PSOE da pena”.

En un acto electoral celebrado en la plaza de la Trinidad de Donostia junto a algunos candidatos como Rosa Martínez, Isabel Salud y Josetxo Arrieta, la secretaria general de Podemos-Ahal Dugu y aspirante a reeditar su puesto en el Congreso, Nagua Alba, expuso que “las razones del cambio político siguen estando ahí”. Y “Euskadi se juega “la posibilidad de aportar muchos escaños a favor del cambio”, resumió. “Lo que nos jugamos no es solo lo que pasa en Madrid, sino también a quien vamos a mandar a Bruselas para decir que no se recortan más los derechos”, señaló. Alba también invitó al PNV, a los que invitó a aprovechar la campaña para “escuchar a la gente” en lugar de “hablar tanto de Podemos, a poner la agenda vasca al servicio “de la gente que verdaderamente lo pasa mal” y no la de “los amiguetes y la corrupción del puerto de Pasaia y de Bidegi”.