Londres - El primer ministro británico, David Cameron, y el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, defendieron ayer los valores democráticos en un acto en tributo a la diputada Jo Cox, asesinada el jueves en la localidad inglesa de Birstall. Tras depositar unos ramos de flores en esta población del norte de Inglaterra, Cameron pidió “redoblar” los esfuerzos para defender los valores democráticos de “tolerancia” y “servicio”, ya que Cox perdió la vida llevando a cabo su trabajo como parlamentaria. Por su parte, Corbyn calificó el asesinato como un “ataque a la democracia” e informó de que el Parlamento será convocado el lunes para rendir un homenaje a la política laborista.

Los dos políticos acudieron juntos a Birstall tras suspender la campaña para el referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea (UE) del próximo 23 de junio, que ha estado marcada por debates agresivos y por mutuas acusaciones entre los que apoyan seguir y los que piden la salida del bloque europeo (Brexit).

El primer ministro conservador pidió sacar de la política y de la vida nacional el “odio” y las “divisiones”. “Si realmente queremos honrar a Jo, entonces lo que deberíamos hacer es reconocer que sus valores de servicio, comunidad y tolerancia, los valores por los que vivió y trabajó, son valores que necesitamos redoblar en nuestra vida nacional en los próximos meses y años”, añadió el jefe del Gobierno.

“nos la arrebataron por odio” En tanto, el líder laborista afirmó que Cox, de 41 años, fue “brutalmente asesinada” en su localidad, “donde se crió y donde sirvió a la comunidad que quería”. Destacó que Cox trabajó en favor de campañas contra la esclavitud y para la organización humanitaria Oxfam para defender los derechos humanos y la justicia en todo el mundo. “Nos la arrebataron en un acto de odio, un acto vil la asesinó. Este es un ataque a la democracia”, añadió Corbyn, que calificó a la diputada de mujer “excepcional, maravillosa y muy talentosa”. En este acto en Birstall, marcado por la solemnidad, también estuvieron el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, y el portavoz de Exteriores del Laborismo, Hilary Benn.

La bandera británica está a media asta en el Palacio de Westminster, sede del Parlamento, en señal de duelo por el fallecimiento de la política laborista, tiroteada en la calle en Birstall después de reunirse con ciudadanos como parte de sus labores como parlamentaria.

En West Yorkshire (norte de Inglaterra), la Policía interroga a Tommy Mair, detenido en el lugar del ataque, y ha indicado que no busca a nadie más en relación con los hechos. El asesinato de Cox es el primero contra un diputado desde que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) matase al conservador Ian Gow en 1990, cuando aún estaba en el poder Margaret Thatcher.

londres se cubre de flores Unas horas antes, Londres se despertaba de luto. Allí, en los lugares más emblemáticos de la capital, las banderas están a media asta y los ciudadanos llevan flores, escriben mensajes alentadores y encienden velas en conmemoración de Jo Cox. Uno de los lugares más tristes es el barrio de Wapping, cerca del Puente de la Torre de Londres (Tower Bridge), en la ribera del río Támesis, zona en la que está fondeado el barco cubierto de ofrendas donde vivía la diputada, con su esposo y sus dos hijos.

La campaña sobre el referéndum se ha suspendido por la conmoción causada por el suceso en el Reino Unido porque en las calles, no se habla de otra cosa.

Thiago Gómez, un brasileño que lleva trece años viviendo en este país, declaró que se siente triste al saber que sigue habiendo “gente con tanto odio en este siglo”, y defendió que, para él, la “política es como la religión: tenemos que respetarnos los unos a los otros”.

John Knows, un británico que disfrutaba de los tímidos rayos del sol en un banco frente al canal, decía que “es muy triste”, porque “ella era una buena diputada, ella hacía las cosas que quería hacer y ayudaba a mejorar la comunidad”. “Es una pérdida para todo el mundo”, lamentó.

“Es una tragedia para los hijos y para el marido, obviamente todo el mundo está muy triste y enfadado”, agregó Barry Bloom, el encargado de un puesto de comida que todos los viernes se coloca en este barrio.

Bloom, al igual que muchos de los vecinos, piensa que “la raíz de esta situación es la enfermedad mental” y la falta de atención que pudo recibir el agresor por parte de los servicios sanitarios.

“Nunca he oído que pasase algo así antes, es verdad que el IRA (Ejército Republicano Irlandés) mataba diputados hace años, pero era diferente, había terrorismo”, comentó Marco Lamb, un vecino que estaba tomando un café mientras leía el periódico, con un gorra de pescador. “Él no era terrorista, él estaba trastornado”, apuntó Lamb, quien afirmó que “esto que ha pasado en Yorkshire (condado en el que se produjo el crimen) es un gran trauma” para él, ya que “esto no pasa normalmente en Inglaterra”.

Si el suceso influirá en el resultado del plebiscito del día 23, en el que los británicos decidirán si continúan formando parte de la Unión Europea o abandonan la organización, es otra cuestión que inquieta a los británicos. “No creo que afecte al referéndum, es solo un hombre loco que actuó solo”, arguyó Bloom desde su puesto de comida. Mientras que Knows piensa que “este evento negativo significa que la gente se va a sentir más insegura y tal vez se vean ahora más cercanos a considerar irse en vez de quedarse”. - Efe