DURANGO. Sánchez ha participado en Durango en su primer mitin de campaña fuera de Madrid, coincidiendo con la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos, que ha congregado a más de 2.000 personas, entre ellas, el presidente del Congreso, Patxi López, y la secretaria general del PSE, Idoia Mendia.

El líder del PSOE ha subrayado que el 26 de junio es "un plebiscito sobre el cambio" y por ello ha pedido distinguir la oferta "valiente" de su partido del proyecto "del miedo" del PP y de la "ruptura" de Podemos.

"Hacemos lo que decimos. Soy un político en A. El PSOE es un partido en A. El PP es un proyecto en B y otros confunden un proyecto político con un conglomerado de siglas, un proyecto en A, en B, en C, en I, en U, en lo que sea", ha reprochado Sánchez a Podemos tras su alianza con IU.

Para romper la inercia de las encuestas, ha vuelto a llamar a la movilización y a solicitar el voto "sin hablar de sillones, sin agitar banderas", sino anteponiendo las soluciones. "Vamos a ganar las elecciones como nos gusta a los socialistas. Calle a calle, plaza a plaza, voto a voto", ha espoleado el candidato.

Sánchez ha vuelto a repartir críticas entre Rajoy e Iglesias, a quien ha afeado que se arrogue la socialdemocracia y pida "el voto de la izquierda para al día siguiente decir no a un presidente socialista".

Ante lo que ofrecen Rajoy e Iglesias, el dirigente del PSOE ha reclamado el respaldo para reconstruir el estado del bienestar y "sacar al país del lodazal de la corrupción del PP.

Sánchez ha dado la razón a quienes auguran que el PSOE determinará el color del próximo gobierno, pero no porque vaya a quedar tercero, sino porque no tira la toalla de ser primero pese a los sondeos.

"Si millones de votantes socialistas salen a votar, el PSOE ganará las elecciones", ha vaticinado Sánchez convencido de que "a la tercera será la vencida" y será presidente. El candidato se ha dirigido especialmente a los pensionistas y a las mujeres, dos colectivos claves para que el PSOE pueda remontar.

A los primeros les ha prometido que garantizará las prestaciones y a las segundas, medidas como una ley de igualdad de género, además de su compromiso de someterse a un examen a mitad de legislatura para demostrar que cumple su programa.

Patxi López ha arremetido con dureza contra Iglesias, de quien ha alertado que "no quiere acabar con Rajoy, sino destruir al PSOE".

"No le vamos a dejar. No nos va a engañar. Socialistas, de pie otra vez. Siempre os hemos pedido ayuda, pero hoy os pido la fuerza", se ha desgañitado para enardecer a las bases.

Según López, "no hay encuesta, ni pinza, ni insulto que vaya a minar la moral" del PSOE.

En contraposición con Podemos, el presidente del Congreso ha subrayado que los socialistas no tienen que "cambiarse de careta cada día para engañar a nadie, ni vender sus principios en un catálogo comercial de rebajas haciéndose los suecos".

También ha emplazado a los españoles a no dejarse "engañar" en las urnas por quienes apuestan por elegir entre "Rajoy o el caos", porque "el caos en Rajoy", a quien ha acusado de "cargarse" en cuatro años la herencia que dejó José Luis Rodríguez Zapatero.

Euskadi es una de las regiones donde el PSOE corre el riesgo de ver empeorados sus resultados, a tenor de las encuestas.

El 20 de diciembre, logró tres escaños, uno por cada provincia, pero el sondeo del CIS barrunta que lo podría perder por Bizkaia, lo que dejaría fuera a Patxi López, y por Álava. El de Durango es el único acto que tiene hoy Sánchez, que por la noche tiene una entrevista en televisión.

Mañana, domingo, ha despejado la agenda para preparar el debate a cuatro del lunes por la noche.