gasteiz - La semántica siempre ha jugado un papel relevante a lo largo de décadas de violencia política en Euskadi, y aunque el fin del terrorismo es ya un hecho, precisamente esa cuestión de cómo llamar a las cosas y a las personas sigue coleando dentro de las propias instituciones. Ayer, en el Parlamento Vasco, PP y UPyD presentaron sendas mociones en las que proponían ratificar que los reclusos de ETA y los huidos no son ni “presos políticos” ni “refugiados”, al hilo de las declaraciones al respecto que Arnaldo Otegi, secretario general de Sortu y recientemente excarcelado, ha pronunciado en los parlamentos europeo y catalán.
No sólo no salieron adelante, sino que los cinco grupos con representación en la Cámara no fueron capaces de aprobar un texto de consenso en torno a una cuestión que, por otro lado, ya quedó dilucidada en 2013, cuando el Legislativo retiró esta condición de presos políticos y refugiados a los militantes de ETA.
Eso sí, aunque sin frutos, el debate dio para mucho en la medida en que resurgieron las viejas diferencias entre las distintas familias políticas que los consensos trabajados a lo largo de las dos últimas legislaturas habían ido soterrando.
“A este personaje defienden ustedes hoy”, señaló en ese sentido el portavoz de UPyD, Gorka Maneiro, esgrimiendo una fotografía de Otegi y señalando tanto a la bancada de EH Bildu como a la del PNV, partido que rechazó aprobar las mociones de esta formación porque como dijo el jeltzale Iñigo Iturrate, la formación nacionalista ya dejó clara su postura al respecto hace tres años. “Quienes delinquen por motivos políticos no son presos políticos”, reiteró, además de acusar a Maneiro de buscar “propaganda barata” y pedirle que se ponga “a trabajar y traiga cosas concretas”.
Más encendida fue la respuesta de Peio Urizar, parlamentario de EH Bildu y miembro de Eusko Alkartasuna, quien manifestó su “respeto por todas las víctimas”, aunque no comparta su opinión en algunos casos. Urizar recordó además que “durante décadas” se ha manifestado contra los atentados de ETA, a pesar de lo cual se le ha llegado a tildar de “terrorista”. “No queremos olvidar el pasado -concluyó-, pero queremos mirar al futuro”.
Para el popular Carmelo Barrio nunca está de más insistir en cuestiones como la tratada ayer en su iniciativa, que buscaba “decir las cosas claras y no humillar a las víctimas”, pues a su juicio “estamos asistiendo a una etapa de blanqueamiento de ETA”.
El socialista Patxi Elola, por su parte, mostró sus dudas de que el debate de ayer “aporte algo positivo” al margen de promocionar “las giras de Otegi”, aunque señaló que, en todo caso, la calificación de refugiados habría que habérsela dado a quienes “se tuvieron que marchar de Euskadi ante las amenazas de ETA”. En cuanto a la calificación de presos políticos de los reclusos de la banda, Elola afirmó que “nada obligó a nadie a matar a quien piensa diferente”.