GASTEIZ - Agenda vasca por activa y por pasiva. El PNV arrancó ayer la campaña de las elecciones generales defendiendo nuevamente que es el único partido que vela por los intereses de los vascos en cuestiones que afectan al comer y al día a día, como las pensiones, la crisis en la industria del acero o la reforma educativa, todo ello en una legislatura donde habrá votaciones relevantes o incluso una reforma constitucional donde sería necesario contar con una voz fuerte en el Congreso y el Senado. Los jeltzales tratan de combatir así la tentación de recurrir al denominado voto útil hacia los cuatro grandes partidos estatales que tienen opciones de ocupar la presidencia española. A su juicio, votarles supone un riesgo porque, aunque algunos apelen ahora a la agenda vasca, después la esconderán y “si te he visto, no me acuerdo”. Incluso llegó a tildarlos de “pájaros” y a poner en solfa sus escrúpulos en un discurso con constantes críticas hacia los partidos estatales. Como dato llamativo, el PNV comenzó ayer mismo a movilizar a su militancia apelando varias veces a la necesidad de votar y no quedarse en casa, un llamamiento que suele dejarse para el tramo final de la campaña. En esta ocasión, el partido quiere redoblar esfuerzos para llenar las urnas de papeletas jeltzales y es consciente de que la tarea es complicada: la campaña arrancó con el Sociómetro que concede la victoria a Podemos en suelo vasco y una subida desde los cinco escaños de diciembre a siete representantes.

El PNV dio el pistoletazo de salida con un acto en la calle Bastiturri de Gasteiz, donde tomaron parte los cabezas de lista por los tres territorios (Aitor Esteban por Bizkaia, Joseba Agirretxea por Gipuzkoa y Mikel Legarda por Álava), el lehendakari y el presidente de la ejecutiva, Andoni Ortuzar. Esteban sacó la artillería pesada asegurando que la división entre ala derecha y ala izquierda en la política española consiste en realidad en hablar del mismo “pájaro madrileño”, un doble sentido en el que ahondó para asegurar que un pájaro “es una persona astuta y con muy pocos escrúpulos”, según el diccionario de la lengua española. “El pájaro viene cuando hay elecciones y se va cuando se acaban y, luego, si te he visto, no me acuerdo”, lanzó.

Ortuzar profundizó en que algunos “agitan aquí la agenda vasca, pero la esconden en la mochila a la altura de Miranda de Ebro y, para los túneles de Pancorbo, si la he visto, no me acuerdo”. A su juicio, no miran hacia Euskadi, sino hacia Madrid. “Tomarán sus decisiones pensando en España, no en Euskadi. Agacharán la cabeza ante sus jefes de Madrid a pesar de que vaya en contra de los intereses de Euskadi”, alertó. También cargó contra ellos al entender que se muestran más preocupados por bailar y cantar en los platós que por hablar de economía y de la crisis en el modelo de Estado. A Podemos le lanzó un recado, recriminándole que se centre en “los sillones y el sorpasso”.

medidas Urkullu pidió “movilización” y desgranó la agenda que planteará el PNV en Madrid: el traspaso de puertos, aeropuertos, autopistas y ferrocarriles; gestionar las pensiones desde Euskadi, derogar la reforma educativa y actualizar el Concierto fueron algunos ejemplos. También puso en valor la política de acuerdos y estabilidad que encarnaría su ejecutivo, y la diferencia entre gobernar en funciones y en ejercicio. Destacó que, tras cuatro años de autismo de Rajoy, “tenemos la oportunidad de condicionar y cambiar la política española”.