MADRID - Hoy por la tarde se reúnen otra vez en la segunda etapa de la campaña, en Málaga. Pero los líderes de las dos principales fuerzas en Unidos Podemos, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, comparecieron juntos ayer a medianoche en un acto en el parque de la Cornisa de Madrid. Mimetizados Podemos e IU bajo una sola marca, ambos modularon sus discursos para apuntar que el objetivo no solo es superar al PSOE, situación que las encuestas vaticinan que acontecerá el 26-J, sino desbancar a Mariano Rajoy. En caso de resultar indispensables, la confluencia no descarta echar mano de los escaños socialistas para “formar un gobierno de coalición progresista”, tal y como avanzaron.
Dejadas atrás las rencillas de diciembre, la tradicional pegada de carteles de inicio de campaña mostró la sintonía que Iglesias y Garzón proyectan. Y la cita se dio con el viento de las encuestas a favor. Aun así las elecciones “se ganan en las urnas, no en las encuestas”, asumió un prudente Iglesias en una entrevista radiofónica pocas horas antes. Pero lejos de protagonizar un sorpasso al PSOE que cada día ven más cercano, ambas fuerzas encaran las próximas semanas con la victoria como meta. “Nuestro objetivo es ganar”, aseveró el secretario general de Podemos.
Dar fin a la etapa del PP de Mariano Rajoy en la Moncloa es la finalidad para una confluencia que se empeñará en reforzar sus mensajes de profundo calado social durante las próximas semanas. Pese a perseguir adelantar a Sánchez por la izquierda, Iglesias consideró que “para España es mejor un Gobierno con el PSOE y nosotros, sin cheques en blanco”. Tanto es así que se mostró confiado en que los socialistas van a tomar “la opción más sensata”, que no es otra que formar parte, de una manera u otra, en un hipotético Ejecutivo futuro bajo mando de la confluencia. “Tenemos buenas sensaciones”, resumió sobre una campaña en la que “hay que echar el resto”. - DNA