HOY se estrena en los cines la película de Fernando León de Aranoa titulada Política. Manual de instrucciones, en la que el reputado cineasta refleja la evolución de Podemos desde sus inicios, sus cambios tácticos, su traición a algunos principios y en la que muestra cómo se toman algunas decisiones en el partido. Para ello, las cámaras han seguido durante meses a los dirigentes morados y hasta han filmado reuniones internas, discusiones, vida privada y actos públicos.

Dicen que el filme muestra a las claras a través de sus propios protagonistas que Podemos ha olvidado inquebrantables bases ideológicas, discursos y modelos -Grecia, Venezuela...- en favor de la gran estrategia: ganar al PSOE para ganar el cielo. Un ejercicio de “transparencia”, aseguran.

Ojalá alguien estuviera filmando a Podemos Euskadi. Sería muy revelador ese peculiar streeptease político. Daría, como poco, para una trilogía: Elegir un líder y una dirección. Manual de instrucciones (I); Relaciones con Madrid. Manual de instrucciones (II); Confección de candidaturas. Manual de instrucciones (III); y así... Podríamos, por ejemplo, ver cómo y quiénes toman la decisión de proponer nombres de personas independientes para integrar sus listas Y quién lo filtra después. Ya van dos -que se sepa- que han dicho que no: la jueza Garbiñe Biurrun y el exararteko Iñigo Lamarca.

Hay que reconocer que ambos podrían ser buenos candidatos. Pero también que su negativa es lógica. El salto de reconocidos profesionales a la política -y mucho más tras la experiencia del día a día del partido- y sin mayor garantía es muy complicado. Podemos puede ser un partido de película, pero tiene serios problemas con los manuales de instrucciones.