La reñida batalla entre los partidarios de la salida de Reino Unido de la Unión Europea y los que prefieren seguir dentro de ella, obliga al primer ministro británico, David Cameron, a poner en marcha toda su artillería para conseguir el voto de los indecisos que marcarán el resultado final.

Así, las últimas encuestas dan la victoria a los favorables de quedarse en Bruselas, pero con un porcentaje de tan solo un 52% frente al 47% que optaría por la salida. Lo que hace que desde la Asociación de Estudios Políticos de Londres adviertan de que las cosas pueden cambiar de rumbo en los próximos días.

“Es un referéndum mucho más igualado del que tuvimos hace cuarenta años y sin duda más ajustado de lo que el primer ministro hubiera anticipado hace meses”, dijo el analista John Curtice, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad escocesa de Strathclyde.

Cuando se aproximan las últimas semanas de la campaña antes de la celebración del referéndum del próximo 23 de junio, Cameron ha tenido que negar ser partidario de un Brexit encubierto, una acusación que planteó su antiguo compañero de filas, Steve Hilton, quien cree que si Cameron no fuese primer ministro, éste también defendería la salida de la Unión Europea.

Steve Hilton cree que si el tory fuera “un ciudadano corriente, un diputado sin cargo, un secretario de Estado o incluso un ministro del gabinete, apoyaría la salida”, unas acusaciones a las que Cameron quiso responder desde Japón, donde participó en la reunión del G-7 y no pudo dejar por unas horas de lado la campaña del Brexit.

“Nunca he sido un partidario del Brexit encubierto. Defiendo con pasión obtener el resultado correcto, conseguir la reforma de Europa y permanecer en ella. Va en el interés nacional del Reino Unido”, sentenció Cameron. Así, también recalcó como su opinión sobre la relación de Londres con Bruselas siempre ha sido la misma, si bien no escondió su aspiración a reformarla y conseguir “un status especial del Reino Unido”.

En el otro lado de la campaña, los partidarios del Brexit, con el exalcalde de Londres Boris Johnson al frente, no dudaron en decirle al primer ministro que no era tarde si se quería subir a su autobús rojo que recorre el territorio británico para hacer campaña a favor de la salida del bloque común.

Apoyo de los líderes del G-7 Mientras, los líderes del G-7 en Japón dieron ayer su respaldo total a Cameron, firmando una declaración conjunta en la que reconocen que si el Reino Unido votar salir de la Unión Europea supondrá “una seria amenaza para el crecimiento global” y supondrá invertir la tendencia del aumento global de comercio, la inversión y el empleo.

Los responsables de Economía de los siete países más industrializados del mundo establecen el crecimiento global como una prioridad para hacer frente a las amenazas a la economía y la seguridad del mundo.

Desde Londres, la Comisión Especial del Tesoro alertó diciendo que ambos lados de la campaña estaban usando cifras “engañosas” y “supuestos inverosímiles”. Así, citaron como la reclamación hecha por los partidarios del Brexit alegando que la salida de la UE ahorraría a los británicos 350 millones de libras a la semana es “muy problemática” y como los partidarios de Bruselas diciendo que las familias ahorrarán 4.300 libras anuales “había confundido” a los votantes.

Los grupos rivales están fallando a la hora de informar al público, dijeron los autores. “Son muy torpes con sus promesas” y ambos reflejan “la gravedad de la decisión a la que se enfrenta el pueblo británico”, destacan en un documento, que considera que ambas partes pueden ser más claras con las cifras que están usando para apoyar sus argumentos.

“Lo que realmente necesitamos es poner fin a la carrera de reivindicaciones cada vez más escabrosas y las demandas contrarias hechas por ambos lados”, reconoció el presidente del comité, Andrew Tyrie, para quien el gran perjudicado es el público británico con este empobrecido debate político.

escocia En un debate televisivo, el independentista Alex Salmond advirtió de un nuevo referéndum independencia en Escocia dentro de los dos años siguientes de producirse una salida del Reino Unido de la Unión Europea. Así, explicó como Escocia “está en peligro de ser arrastrado fuera de la Unión Europea contra su voluntad” y se muestra convenido de que ganaría la independencia de repetirse una cita con las urnas en el norte del país.

Si bien los sondeos en Reino Unido sugieren un resultado apretado, los datos específicos en Escocia sugieren una clara mayoría a favor de permanecer en la Unión Europea. Un portavoz del Partido Nacional de Escocia (SNP, por sus siglas en inglés), alabó el debate apasionado de Salmond sobre los beneficios de la adhesión a la Unión Europea en materia de migración, las oportunidades de empleo para los más jóvenes y los beneficios de la pertenencia a la economía común”.

Ahora queda por ver si el líder laborista, Jeremy Corbyn, un histórico euroescéptico, se implicará con más pasión a favor de la permanencia en el bloque común para mover a la parte del electorado que más cuesta llevar a las urnas, pero eso implica salir en los mismos debates compartiendo opinión con Cameron ante las cámaras y muchos no terminan de verlo.