barcelona - Lejos de ver peligrar el acuerdo de estabilidad firmado con la CUP que sostiene al Govern catalán, el partido gobernante Junts Pel Sí sigue confiando en que la tensa cuerda que une a unos con otros no termine por cortarse. El president Carles Puigdemont descartó ayer que se produzca “cualquier tipo de fisura” en la mayoría parlamentaria que conforman JxSí y los cuperos, en un momento político en el que la Generalitat ha arrancado la negociación para que su proyecto de Presupuestos sea una realidad.

Puigdemont tomó la palabra en unas jornadas sobre economía en Sitges para calmar los revueltos ánimos. La CUP lanzó un serio aviso el pasado domingo al aprobar la ruptura del acuerdo que otorga la estabilidad necesaria a su Govern. Lo calificó de “papel mojado” que obstaculiza el proceso de desconexión del Estado español, pero el president confió en que esa ruptura no se produzca. Y no lo hará por las “bondades” de las Cuentas presentadas por el Ejecutivo catalán, que prevé destinar el 73% del gasto a políticas sociales, da prioridad a los colectivos más desfavorecidos y, además, cumple el déficit.

Además del apoyo de sus socios cuperos, Carles Puigdemont espera que los Presupuestos presentados esta misma semana al resto del arco parlamentario obtengan también el voto a favor de otros grupos que, como ellos, “comparten el mismo modelo de sociedad”, ayudando a aprobar unas Cuentas “que claramente necesita el país”. Con “un gobierno que gobierna y un parlamento que legisla”, junto a un Parlament cuya mayoría aspira a poner en marcha un proceso de independencia antes del año próximo, el máximo mandatario catalán censuró la inestabilidad que “en todo caso, se da en la política española”. “Y no preveo que en esta mayoría haya ningún tipo de fisura”, concluyó.

En lo que respecta a los llamamientos a la desobediencia que la CUP viene lanzando -y ayer hizo lo propio para referirse ante el apoyo que podrían brindar a las Cuentas de la Generalitat-, el president afirmó que él no dispone de esa palabra en su diccionario, sino que busca aportar “obediencia y de seguridad jurídica”. “La desobediencia en mí no la encontrarán conjugada, ni en el gobierno que presido tampoco”, remarcó sobre una postura a mantener con el Ejecutivo de Madrid que distancia en la actualidad a JxSí y la formación asamblearia.

La CUP tomó la palabra pocas horas después para elevar el listón de las negociaciones con el partido gobernante. Sólo avalará unos Presupuestos catalanes si plantean la “desobediencia clara y frontal en relación a las imposiciones del Estado”, especialmente en lo que respecta al techo de déficit y la suspensión de impuestos y leyes. Los cuperos, cuyos votos son imprescindibles para iniciar la tramitación de las Cuentas, no harán “ninguna concesión en recortes ni privatizaciones” a un Ejecutivo cuya marcha en la investidura ha sido una prisión que encorseta su proyecto rupturista. - DNA