Barcelona - Después de que la delegación del Gobierno español tratara sin éxito de prohibir la bandera independentista catalana en el partido de la final de la Copa del Rey, el ejecutivo de Rajoy salió ayer a la palestra para pedir en cambio respeto por el himno y la bandera española. En un acto con militantes del PP en El Prat de Llobregat, pidió respetar el himno, la bandera y la figura del rey, como símbolos de España, y esgrimió como argumento que su gobierno acata del mismo modo la decisión judicial sobre la estelada, un fallo donde el juez dejó claro que la bandera independentista catalana no trasluce una ideología que pueda generar violencia o intolerancia en el deporte. La decisión dejó en una posición incómoda a la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, quien había prohibido la enseña independentista. El Gobierno de Rajoy ha eludido brindarle un apoyo explícito y ha situado la decisión en el ámbito de las competencias de la delegación.

Ante el encuentro futbolístico que tendrá lugar hoy, el titular de Interior defendió que España es un Estado democrático y de Derecho en el que hay separación de poderes, por lo que acata la decisión judicial. “Nosotros sí que acatamos las decisiones judiciales y desearía que todos las acataran, tanto cuando les satisfacen como cuando no les satisfacen”, dijo. El ministro pidió que en la final impere el civismo y haya “respeto” por los símbolos españoles. “La bandera de Cataluña, que es la senyera, merece todo nuestro respeto y queremos que todos honren y respeten a la bandera de todos y al himno nacional, porque solo respetándonos desde la diferencia estaremos en condiciones de convivir cívicamente”, añadió.

Por otro lado, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, vio en la polémica de las banderas una de las razones por las que los independentistas quieren escapar de España. “Esta es la España de la que queremos escapar”, dice en una entrevista publicada ayer en el diario francés Le Figaro. “La estelada es una bandera legal que millones de catalanes blanden cuando se manifiestan por la libertad y la democracia. Nos decían que no era una bandera oficial. La bandera del Barça tampoco lo es”, argumentó. Puigdemont añadió que esta polémica “es un ejemplo muy claro, el fruto de esta visión parcial, sectaria del ejercicio del poder”. - E. P./Efe