madrid - La advertencia de la Comisión Europea al Gobierno presidido por Mariano Rajoy de que debe de cumplir los objetivos de déficit públicos marcados ha servido a José María Aznar como pretexto para dar un nuevo recado al presidente del Gobierno español en funciones en su particular batalla dialéctica abierta desde hace años. Aznar consideró un “grave error” relajar la corrección del déficit público e incluso abogó por que España acelere el proceso de consolidación fiscal.

El expresidente español participó ayer en un foro organizado por el Consejo General de Economistas de Madrid. Tras el escándalo y el encontronazo mutuo por la revelación de la multa de Hacienda a Aznar, el acto tenía un aliciente especial porque también participaba como ponente el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro. Finalmente no coincidieron pero Aznar repartió reproches y recetó soluciones que, en resumen, consistían en la vuelta a las políticas aplicadas de “entre 1996 y 2004”, cuando él gobernaba. “Cualquier país cuya deuda supera el 100% de su PIB -España lo hizo el pasado miércoles- se adentra en una espiral de problemas de todo orden de la que es extremadamente difícil salir”, advirtió.

En este sentido abogó por seguir apostando por reducir el déficit, y, a su entender, el modo de lograrlo es recortando el gasto público, “sin confiar simplemente en el crecimiento de los ingresos públicos cíclicos”. Puso como ejemplo el periodo en el que gobernó en el que la sustitución del gasto público por gasto e inversión privadas elevó “significativamente” el potencial de crecimiento económico y puso en marcha un “círculo virtuoso de cinco millones de empleos”. En un nuevo reproche velado a Rajoy, el presidente de la Fundación FAES lamentó que después de esa época se produjera una “parálisis reformista” en la que el país permanece “desde hace ya demasiado tiempo”.

Tras señalar que la “presunta incompatibilidad” entre la reducción del déficit y el crecimiento es “un debate ideológico y no económico” avivado por “las posiciones de alguna izquierda europea”, Aznar hizo una advertencia también sobre la deuda pública española y afirmó que cualquier país cuya deuda pública supera el cien por cien de su PIB “se adentra en una espiral de problemas de todo orden de la que es extremadamente difícil salir”.

RÉPLICA DEL GOBIERNO El Gobierno español respondió ayer mismo a los reproches de Aznar. La vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que si el PP vuelve a gobernar tras las elecciones del 26 de junio cumplirá con el objetivo de déficit del 3,7% del PIB marcado por Bruselas para 2016. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la número dos del Ejecutivo eludió mencionar el nombre de Aznar, pero contestó a sus reproches afirmando que “este Gobierno siempre ha estado a favor del cumplimiento del pacto fiscal” y añadió que la disminución del déficit debe hacerse con medidas que impulsen el crecimiento económico y que generen empleo.

Sobre las críticas de Aznar en torno a la deuda pública, la vicepresidenta recordó que lo que ha hecho su Ejecutivo ha sido dar “transparencia” a una deuda que ya existía y que salía del pago a proveedores y del déficit heredado del gobierno socialista.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, trató de quitar hierro a la disputa y afirmó que “tanto Aznar como Rajoy son un buen ejemplo de lo que hay que hacer cuando se está en el Gobierno: ser consecuente, ser coherente y apostar por el crecimiento y la creación de empleo”. - DNA