bilbao - Cuando solo faltan cinco meses para las elecciones vascas, el PP no ha aclarado al cien por cien quién será su candidato a lehendakari, una incertidumbre en la que también vive sumido Podemos. Su presidente Alfonso Alonso está llamado a ejercer de cabeza de cartel, pero dejaría ese camino si fuera convocado en los próximos meses para ejercer altas responsabilidades en el Gobierno español o bien en la dirección estatal del PP, en cuyo caso los populares vascos deberían rebuscar entre su cantera para proclamar a otro candidato. El secretario de Derechos y Libertades del PP y parlamentario vasco, Iñaki Oyarzábal, reconoció ayer sin tapujos que la fecha de referencia para despejar el futuro de Alonso es el 26 de junio, cuando se celebrarán las elecciones generales, y comenzó a destapar el plan B del partido. Según explicó, será tras los comicios cuando se aclare si el PP logra gobernar en España y las responsabilidades que puede asumir Alonso. En el caso de que no sea candidato a lehendakari, podrían serlo, según sus palabras, Javier Maroto, Borja Sémper y “otras muchas personas”.

Es la primera vez que un cargo del PP entra en las quinielas citando en concreto a dos posibles relevos y destacándolos, de ese modo, sobre todas las demás opciones. Fuentes del PP consultadas puntualizan que, en realidad, Oyarzábal pretendía poner en valor que el partido tiene cantera y referentes importantes que pueden ejercer de candidatos sin que la retirada de Alonso suponga un trauma, de modo que no se trataría de trasladar la idea de que Maroto y Sémper están mejor situados o tienen mayores opciones que otros. No van a entrar en especulaciones. No obstante, reconocen lo evidente: que esos dos nombres son referentes dentro del partido y, en el caso de Maroto, contaría con el respaldo del PP estatal y vasco, además de que gozaría de cierto relumbrón por haber sido alcalde en Gasteiz y por ocupar en la actualidad una de las vicesecretarías del partido en la sede central de Génova. Sémper, por su parte, preside el PP de Gipuzkoa.

Lo cierto es que Alonso tiene muchas papeletas para acabar en Madrid, ya sea porque Rajoy logre finalmente conformar un gobierno, en cuyo caso podría mantenerse como ministro de Sanidad u ocupar otra función de relevancia; o bien porque el PP termine en la oposición y el partido decida renovarse tras esa debacle. En ámbitos estatales ha sonado con fuerza su nombre incluso para relevar al mismísmo Rajoy. Lidera la lista de Araba para el 26-J.

El propio Maroto está llamado a participar de esa regeneración, aunque en círculos políticos consideran que podría compatibilizar labores, y que es el mejor situado para quedarse en Euskadi y reemplazar a Alonso como candidato a lehendakari. Cabe recordar que el PP ha rescatado en las últimas jornadas las propuestas de revisión de la renta de garantía de ingresos del exalcalde, un discurso que le costó ser desalojado por la oposición tras los comicios municipales del pasado año pero que sigue siendo valorado entre sus propias filas como gancho electoral. El flanco débil estriba en que tanto Maroto como Alonso han sido condenados por el Tribunal de Cuentas por el caso de los alquileres. En la cadena Cope, Oyarzábal pidió esperar hasta las generales porque “es muy importante saber si el PP gobierna en España y cuáles son las responsabilidades que tienen Alfonso Alonso y nuestros dirigentes a nivel nacional”. “Si es candidato, estupendo. Si no lo es, yo digo que Javier Maroto, Borja Sémper y otras muchas personas del PP vasco también pueden representar el proyecto que queremos ofrecer a la sociedad vasca”, dijo.