BILBAO. Arraiz fue juzgado el pasado 9 de mayo y, durante la vista oral, admitió la acusación de pertenencia a ETA por haber formado parte de la clandestina mesa nacional de Batasuna, asumió "el Estado de Derecho" y la renuncia a cualquier actividad relacionada con el uso de la violencia, además de comprometerse a "contribuir a la reparación de las víctimas del terrorismo".

Fiscalía y defensa suscribieron el acuerdo por el que se reclamaba que se impusiera al acusado una pena de dos años de cárcel e inhabilitación especial, lo que supondría que no ingresaría en prisión ni ostentará cargo público durante ese tiempo.

Por su parte, las acusaciones populares, ejercidas por la AVT y Dignidad y Justicia, rechazaron adherirse al acuerdo y solicitaron diez años de cárcel. No obstante, el abogado de la AVT planteó, como alternativa, que se le condenara a cinco años de cárcel por dilaciones indebidas.

El Tribunal, conformado por el presidente de la Sala Civil y Penal, Juan Luis Ibarra, y los magistrados Roberto Sáiz y Nekane Bolado, ha decidido, en su sentencia, condenar a dos años de cárcel al procesado.

La vista oral se podría haber evitado, si las partes hubieran llegado a un acuerdo igual al que se aplicó en enero en la Audiencia Nacional a otros 35 dirigentes de la izquierda abertzale, detenidos junto a Arraiz en octubre de 2007 en la macrooperación desarrollada en Segura contra la dirección de la ilegalizada Batasuna, y que estaban acusados en el mismo sumario.