Madrid - Cinco años después de que el kilómetro cero de Madrid se convirtiera en el símbolo de la reivindicación de la regeneración democrática, el movimiento 15-M -que tomó las plazas en ciudades de todo el Estado- sigue hacia delante con un pie en las instituciones y manteniéndose como buque insignia del cambio político. Hoy los indignados volverán a las calles madrileñas con una jornada de protesta que se iniciará a las 18.00 horas con una marcha desde Cibeles hasta la Puerta del Sol, no solo para conmemorar su aniversario, sino para transmitir su apoyo al movimiento #NuitDebout (Noche en pie), denominado como el 15-M francés.
Este cumpleaños estará marcado por una marcha en 500 ciudades del mundo, en una jornada internacional de protesta que “nos debe llevar a una nueva etapa de luchas coordinadas, porque el cambio de modelo debe ser global”, afirmo en un comunicado la plataforma Democracia Real ¡Ya! (DRY). Los organizadores destacan que el 15-M sigue vigente y que las razones por las que la sociedad debe seguir en pie en la calles es para luchar contra la austeridad, el sistema económico, las fronteras, la precariedad, el machismo y la política, que “no es un monopolio de los partidos”.
“Lo llaman democracia y no lo es” o “¡No nos representan!” fueron algunas de las consignas más aclamadas en las plazas, unos lemas que retrataban la “crisis de la democracia”, y, en su quinto año, el 15-M vuelve a la escena social en periodo electoral. Y es que, a pesar de que partidos como Podemos e IU estén reclamando como propios los valores del movimiento, las organizaciones sociales, Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) o 15MpaRato, rechazan que los partidos se apropien de los logros conseguidos y recuerdan que fue el 15-M el que abrió “la nueva política”, no los partidos políticos.
La propia portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (Ahora Madrid), reconoce que el verdadero cambio del ciclo político no se ha producido con la llegada a los ayuntamientos de las candidaturas donde se integró Podemos, sino que “comenzó con el 15-M”, que puso sobre la mesa “los temas centrales de la agenda política”. Maestre hace esta consideración sobre los logros del movimiento que desde la madrileña Puerta del Sol “puso sobre la mesa la reivindicación de una democracia más honesta, transparente, nada corrupta y más cercana a la gente” y que “las políticas públicas tenían que servir para el bienestar de la mayoría”. “Hace cinco años era inimaginable lo que está pasando en nuestro país. Yo como activista no sólo no lo podía imaginar sino que no pensaba que fuera posible; no concebía dentro de mi activismo que las instituciones pudieran gestionar y trabajar de otra manera”, expone Maestre. “El ciclo político de España ha cambiado profundamente y se debe a un movimiento social que fue, más que un movimiento, un punto de inflexión”, sostiene.
Por su parte, Ramón Walsh, portavoz de la Coordinadora 25S (Rodea el Congreso) señala que el movimiento surgió cuando la ciudadanía se dio cuenta de que sus problemas “no eran personales sino políticos” y que sus demandas hayan llegado a las instituciones transformadas en partidos significa que el 15-M “ha madurado y se ha organizado”. “Sin las mareas, ni las marchas ni las asambleas en la plazas no hubiera sido posible el cambio de política que está viviendo España”, mantiene Walsh. “Hubo quien recriminó a los indignados que, si querían hacer política, que fueran políticos”, recuerda y señala que “ahora que lo han hecho parece que incomodan, eso es símbolo de una democracia insana”.
Nadie sabe si hoy la Puerta del Sol se volverá a llenar de tiendas de campaña improvisadas y carteles reivindicativos, pero, en los próximos días, el Ayuntamiento de Madrid inscribirá en la fuente de la Puerta del Sol la leyenda Dormíamos, despertamos. El texto de la proposición, presentada por Ahora Madrid y apoyada por PSOE y Ciudadanos, recuerda que el 15 de mayo de 2011 comenzó en Madrid una protesta social que tuvo amplísima repercusión en el conjunto del Estado y que tuvo eco incluso a nivel internacional.
La investigadora en movimientos sociales Esther Vivas afirma que “el 15-M consiguió cambiar el relato sobre la crisis económica”, ya que al principio se culpó a la ciudadanía diciendo que había vivido por encima de sus posibilidades, pero logró señalar a la banca y la clase política como responsables”. “El ciclo político sigue abierto”, dice.
El exmiembro de los Yayoflautas Paco González apunta que “hasta entonces observaban la política a través de un cristal establecido por los partidos mayoritarios”, y que el 15-M permitió “que se puede hacer política desde la calle”.
El profesor de Economía y expresidente de Justícia i Pau Arcadi Oliveres destaca que “la fuerte efervescencia del 15-M se fue apaciguando con el tiempo, pero no ha desaparecido”, y que hay movimientos que “no son hijos directos, pero representan su esencia”. “El más representativo es Podemos”, constata.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), pese a existir con anterioridad, experimentó un impulso gracias al 15-M, según su portavoz, Carlos Macías, a lo que se suma que “representaba lo que sucedía en las plazas del país”.