vitoria - El lehendakari ha decidido completar la legislatura y celebrar las elecciones vascas cuando toca, en octubre, porque no ha detectado ningún factor de inestabilidad que le obligue a cambiar el paso. Su gobierno continuará trabajando con normalidad o, incluso, redoblará esfuerzos para ir aprobando proyectos porque el tiempo aprieta. El Ejecutivo ha alumbrado en los últimos días tres anteproyectos de ley (los de Policía, reconocimiento de víctimas de abusos policiales de 1978 a 1999, y Patrimonio Cultural), y ya han sido remitidos al Parlamento para su debate entre los partidos y posterior aprobación. El problema estriba en que el margen para aprobarlos en Pleno es muy estrecho porque el periodo de sesiones acaba en junio y es probable que no haya opción de retomar la actividad tras el verano, ya que el Parlamento debe disolverse 54 días antes de los comicios. Como muy tarde, podrían celebrarse el 20 de noviembre. En ese contexto, el PNV estudia pedir que se habiliten varios días de julio para ir aprobando las leyes pendientes, pero solo lo pedirá si verdaderamente ve opciones de que alguna norma vea la luz.

Entre todos los proyectos que quedan por aprobar y que tienen especial enjundia para el Gobierno Vasco destaca la ley para reparar a las víctimas de abusos policiales. Ve opciones reales de aprobarlo porque tiene una estructura similar al decreto de reparación de abusos sufridos en la dictadura, y porque percibe voluntad en la oposición. Si logra avanzar en la tramitación parlamentaria del proyecto, es probable que pida la habilitación de algunos días de julio para rematar la ley, una decisión que en cualquier caso debería ser refrendada en la Junta de Portavoces de la Cámara. No obstante, solo pedirá la activación del trabajo de ponencias y comisiones si ve margen para aprobar el proyecto. La razón radica en que todo el trabajo que esté a medio camino decaerá con la convocatoria de las elecciones y será como si nunca hubiera existido. Es decir, no hay opción de retomar la labor en la próxima legislatura en el punto en que haya quedado en este mandato. La legislatura se resetea. Por ello, el PNV no pretende abrir el Parlamento por aparentar movimiento, sino solamente si va a alumbrar más leyes, tal y como explican fuentes parlamentarias. Por otro lado, está previsto que en las próximas semanas se aprueben en Consejo de Gobierno los tres anteproyectos (cooperativas, aportaciones y régimen presupuestario) que quedan para cumplir el plan de 29 leyes de Urkullu.