Lejos han quedado los tiempos en que la imagen era una cuestión accesoria en los candidatos de los partidos. En una época marcada por la sobreexposición a los medios de comunicación y las encuestas, la imagen y las sensaciones que proyecta el aspirante pueden contar tanto como el discurso o el programa y contribuyen a decantar el voto de la ciudadanía. Pero, ¿qué imagen transmite Iñigo Urkullu? DNA se ha puesto en contacto con la experta en imagen María Uranga para que realice una radiografía completa del candidato a la reelección como lehendakari, y concluye que proyecta un carácter “metódico, serio, tradicional, familiar y religioso”. A su juicio, tiene una imagen atractiva y correcta.

El candidato se ha caracterizado por una imagen discreta y un perfil gestor desde su salto a la primera fila de la política, aunque en muchos casos le haya servido para granjearse la etiqueta de representante rígido o gris. ¿Es así para los entendidos? “Es cierto que la primera impresión que transmite es la de ser una persona más seria e inaccesible por su rictus y cómo frunce el entrecejo. Cuando está cansado, se le nota en las bolsas de los ojos, y eso a veces endurece su gesto y le hace parecer un poco más inaccesible, aunque creo que luego es lo contrario, porque en las distancias cortas hablan de que es accesible y afable. Sin embargo, si está serio y concentrado, da la sensación de lo contrario”, explica Uranga. No obstante, cree que ha mejorado mucho en los últimos tiempos, y que la sensación de rigidez que pueda proyectar sería más bien un indicio de “timidez”.

En cualquier caso, su vestimenta sería impecable. “Es totalmente correcta y está estudiada. No va a todos los sitios con el mismo tipo de corbata y estampado. Cuando tiene actos más serios, usa corbatas lisas. Suele utilizar también colores agranatados que, por su color de ojos, le favorecen mucho. Da la sensación de que es metódico y serio, y creo que es lo que quiere transmitir y lo está haciendo muy bien”, ahonda. Uranga cree que no deja nada al azar, desde el tipo de traje que lleva hasta los cuellos de la camisa o el nudo de la corbata. En ese punto, explica que Urkullu utiliza un nudo de tipo doble Windsor, un poco más grueso y el que mejor encajaría con la forma de su rostro. Entre tanto detalle cuidado al máximo, ¿hay algo que mejorar? Sí apunta como cuestión a corregir el cuidado del cabello. “A veces se deja crecer un remolino en el flequillo que le queda peor”, detalla. A su juicio, debería tener más vigilado su corte. - M. Vázquez

El lehendakari proyecta una imagen seria en un momento en que la nueva política está en auge, pero la experta no cree que tenga que hacer cabriolas para modernizar su imagen. Ve importantes limitaciones para que pueda innovar sin parecer que va “disfrazado” o sin transmitir que va tan incómodo que no genere la más mínima seguridad y confianza.

“Creo que, si a Urkullu le dicen que tiene que llevar una vestimenta más casual, ¿qué podría hacer, quitarse la corbata, ponerse un polo...? Siempre iba a ser un estilo casual más formal y clásico, es un rasgo suyo porque es una persona tradicional. Una cosa es ir moderno pero, ponerse otra prenda con la que se va a sentir incómodo... Además, hay un protocolo de vestimenta para reuniones y ruedas de prensa, que creo que no pueden desaparecer por muy moderno que queramos ponerle. No soy partidaria de disfrazar a las personas. La imagen es una actitud y tienes que saber defender la ropa que llevas. Sus rasgos de persona seria, metódica y familiar hacen que, vistiéndolo de otra manera, lo que haríamos sería chafarlo y no nos daría confianza y seguridad”, analiza.

María Uranga. Su gabinete de asesoría de imagen, ubicado en Bilbao, lleva más de quince años trabajando en el mundo de la moda, y entre su cartera de clientes pueden encontrarse firmas de primer orden como Loewe o For. Desde el año 2010, instruye asimismo a nuevos asesores de imagen.