Bilbao - “Comparte la visión de cambio de Podemos Euskadi”. Es más, “está convencida de que ese cambio y esos avances imprescindibles se lograrán con el concurso de muchas personas, grupos sociales y políticos, desde todos los ámbitos de debate y participación ciudadana”. Sin embargo, la magistrada Garbiñe Biurrun ha decidido desechar la opción de ser la cabeza visible de la formación morada para aspirar a la Lehendakaritza. Gozar con el beneplácito de todas las facciones para aglutinar las diferentes sensibilidades que cohabitan en el partido no ha sido suficiente para que la presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) haya dado el paso. “Motivos personales, sociales y profesionales”, siendo “razones que quedan dentro del ámbito de su intimidad”, han motivado su renuncia a liderar la plancha de una formación que ahora debe buscar un plan B.
Biurrun contestó al ofrecimiento de Podemos Euskadi tres semanas después de recibir la invitación. Lo hizo el mismo día en que expiraba el plazo en el que el lehendakari Urkullu podría haber activado un adelanto electoral. Ha sido “un período de reflexión intenso y difícil”, certificó. Era la persona idónea para ello, según resaltaron desde la cúpula de la formación morada. No obstante, la mediática magistrada ha dicho que no. En su nota de prensa de ayer se reafirmó en que “comparte la visión de cambio” que propugna el partido y está “convencida” de que “en Euskadi es hoy decisiva la presencia y participación de Podemos para abrir vías nuevas hacia un modelo de sociedad más justo”. Pero rehusa la invitación.
Verso suelto en cuanto a sus valoraciones de la política vasca, para la hemeroteca quedará la discrepancia que mantuvo hace dos semanas con el secretario de Organización vasco, Lander Martínez, en una tertulia televisiva sobre una de las principales estrategias que mantiene el partido asambleario en la CAV. El desalojo del PNV de Ajuria Enea motivó un choque de posiciones dialécticas cuyo alcance trataron de minimizar ambas partes, pero que se dio en público.
Sea como fuere, Biurrun “seguirá compartiendo con Podemos Euskadi y otras fuerzas de progreso, en el ejercicio de sus derechos de ciudadanía y dentro de los límites que su profesión le impone, espacios de encuentro y trabajo en esta ineludible tarea”. Es decir, podría ser una bandera para protagonizar el cambio, aunque no la asirá personalmente. Y aunque se abrirán “todas las puertas a que participe en esta tarea, con los límites indicados, así como todos los mecanismos para que otras personas comprometidas también puedan hacerlo”, lo cierto es que no será candidata de un partido que este mismo sábado, y en una reunión de simpatizantes en la localidad alavesa de Alegría-Dulantzi, comenzará a sentar las bases del programa electoral con el que aspira a hacerse con el Gobierno vasco. Un día antes se dará la esperada primera visita de su líder, Pablo Iglesias, a Euskadi.
Lo que se desconoce es quién encabezará el proyecto. Fuentes del partido afirmaron contar con un “cajón” con “diferentes nombres de la sociedad civil”, pero lo cierto es que deberán maniobrar con presteza para encontrar un candidato de garantías meses antes de otoño, cuando los ciudadanos vascos acudan a las urnas. Sabido es que esa propuesta deberá ser ratificada en un proceso de primarias, si bien aún no se ha fijado ninguna fecha en el calendario. “Hay tiempo y margen”, estimaron.
Pero las reacciones a la negativa no se hicieron esperar. De hecho, desde la dirección de la formación quitaron hierro al asunto al asegurar que exploran “diferentes vías” para paliar el no de la magistrada, aunque aún no han contactado con ningún otro candidato potencial. Barajarían “nombres que todo el mundo tiene y se plantea”, si bien no han dado ningún paso “de cara a hablar o tratar este tema con ninguna otra persona”. Así se explayó el secretario de Organización, Lander Martínez, quién remarcó que la intención pasa no solo por “aglutinar a la gente que participa activamente en el partido, sino a agentes sociales, de cara a este cambio que represente una mayoría social en Euskadi”. Podemos tiene trabajo por delante.