Presentando, que es gerundio, que con algún número habían de entretener al respetable, conglomerado que no pierde ripio de lo televisado y tuiteado. Hemos estado jugando al “que parezca que esto no es una legislatura nonata”, pero en realidad ha sido todo puro decaimiento, en primer lugar de las mociones e iniciativas, proposiciones de ley y de las otras. Dábamos por remineralizada la democracia española, tanta tienda de campaña instalada en la Puerta del Sol, aquellos debates en plaza pública, las horas bajas del bipartidismo, y vamos ahora a por el segundo sorteo de la política de bloques. Bloque A, bloque B, sin tener muy claro cómo va a ser el reparto de dúplex, pisos y apartamentos, y atención a las plazas de garaje.

¿Cómo recuperaríamos la energía de antaño? De navidades acá,censo como somos, nos domina la fatiga, las expectativas frustradas nos han dejado para el arrastre. Con lo animados que acudimos a votar el domingo aquel, al día siguiente disfrutamos de talo con txorizue, enseguida intxaursaltsa, como fin de año tampoco estuvo tan mal (pensamos ahora, que miramos atrás con ira). Quizás, ustedes también, noten cierta apatía en sus señorías, un saber de antemano que para qué tanto llevar y traer iniciativas parlamentarias, como si se pudieran hacer realidad y hasta aplicar. Así que, mirando por el retrovisor, aparece ahora el presidente del Gobierno en funciones como el más listo del hemiciclo y alrededores, que ni se lo pensó más de medio minuto: a acatar el llamamiento de la Cámara Baja y pasar por la sesión de control que vaya Rita La Cantaora, ni yo ni los míos. La convocatoria electoral deja todo en agua de borrajas, con todo el reproche cruzado a propósito de leyes que han pasado el trámite para qué, si no hay gobierno que las ejecute, con perdón.

Con el verano de por medio, nos aguarda la, ésta sí prevista, otra cita política del año, distinta de entrada porque va en tiempo y forma, después de agotar una legislatura vasca a la que hay quien reprocha excesiva normalidad, poco fuego artificial, ruido tenue. El debate en el Parlamento de Gasteiz continúa, con la intervención de todos los grupos, con un ejecutivo que garantiza cierta estabilidad, política e institucional, eso que la amiga Unión Europea reclama como condición necesaria para la creación de empleo, entre otras.

Ahora que no nos vengan con que la incertidumbre no es para llevarse las manos a la cabeza,que donde caben 4 caben 8 meses sin mayoría clara ni combinación posible, que los primeros en mentar la bicha han sido ellos. Todo en el escenario es indeseado, sí, sin diálogo, sin acuerdo ni consenso. Y a lo que estamos es a que todos queremos que se pacte, aunque luego parezca escaso el acuerdo, inconsistente el apoyo, floja la agenda, corta la maniobra, ortopédico el movimiento. No se sabe lo que se tiene? y, a veces, tarda en volver.