donostia - “A pesar de los desgarros pequeños o grandes que puedan existir en la izquierda abertzale, este país no va a alcanzar sus objetivos si no mantiene una unidad férrea en torno a esos objetivos, sus organizaciones y a sus estrategias”. El secretario general de Sortu y candidato in péctore de EH Bildu a lehendakari, Arnaldo Otegi, compareció ayer en el Kursaal para desgranar la situación del proyecto político soberanista, donde habló de víctimas, de presos, de independencia, de la crisis económica y de los refugiados, pero para abordar estas cuestiones subrayó, ante la aparición de la disidencia de ATA, que “la unidad en la diversidad sigue siendo un factor fundamental para avanzar en este país”. Bajo el paraguas que le abrió el título del acto -el Como decíamos ayer... que acuñó Fray Luis de León-, Otegi regresó a claves del pasado, algunas pendientes como el final de ETA, las víctimas y los presos. Tuvo también espacio para defender el “doble valor” de votar el 26-J a EH Bildu; para responder a los representantes de LAB en el comité de Arcelor Mittal de Zumarraga que frente a “un gobierno autonómico que dice amén ante las multinacionales, a las que da enormes ventajas (...) este pueblo necesita soberanía, un gobierno digno y una Lehendakaritza dignas, que defienda a este pueblo y no lo rompa ante cualquiera”; y para reflexionar sobre el feminismo y en torno la importancia del “feliz debate” territorial en el camino de la independencia.
autocrítica Como hizo tras reunirse con Jonathan Powell, Otegi constató que “la comunidad internacional no entiende” la posición de La Moncloa tras el anuncio de ETA en 2011 y, como en Elgoibar en marzo, reflexionó sobre la autocrítica. “No me autocritico porque me lo pida un periodista, ni el EBB, ni la Guardia Civil, ni la Audiencia Nacional, ni todos ellos juntos”, avisó, para afirmar que la izquierda abertzale se debe “a nuestro país y a nuestra gente. Si nos demanda una autocrítica, la vamos a hacer para servir a ese pueblo y que pueda seguir avanzando. En ese contexto hay que entender la autocrítica que podamos plantear”.
Reclamó usar unos “términos constructivos” al hablar sobre la autocrítica y también en materia penitenciaria. El secretario general de Sortu refrendó la denominada vía Rufi, con la que el dirigente de Sortu pidió y avaló en enero la vía legal para que los presos alcancen la libertad. Más aún, en una cita en la que destacó la importancia de establecer los marcos del lenguaje para ganar los debates y lograr los objetivos, Otegi reformuló que en lugar de una cesión o una derrota, cada preso excarcelado será “una victoria”. Para ello, para que “todos vuelvan a casa en libertad”, pidió utilizar “todos, todos los instrumentos” puesto que supondrá un “rehén menos que tiene el Estado para hacer chantaje” con la intención de que en Euskal Herria no eche a andar un proceso como el catalán.
Otegi dio su palabra para “coliderar un proceso para que se resuelvan todos los temas pendientes”, aunque rechazó que el Estado vaya a tener una “actitud más condescendiente con el pueblo vasco o los presos si ETA se disuelve o se desarma”.
Ante el 26 de junio, y tras el batacazo de EH Bildu el 20-D, reseñó “el doble valor” de votar a la fuerza soberanista. Sin citar a su gran rival en el caladero de izquierdas (Podemos), señaló que “el voto más radical será el independentista”, y llegado el caso, no tendría “inconveniente” en apoyar “un gobierno de progreso que no se va a dar”.