José Castro, el juez que instruyó la causa Nóos durante más de cinco años, lanzó ayer una dura insinuación: la posibilidad de que exista una estrategia diseñada en torno a la acusación contra el sindicato Manos Limpias. Este sindicato, cuyo máximo responsable Miguel Bernad se encuentra en prisión acusado de chantaje a bancos a cambio de no hacer publicidad negativa sobre ellos, es la única acusación que ejerce acciones penales contra la infanta Cristina en el juicio por el caso Nóos. Así, si Manos Limpias decidiera retirarse de todas las causas en las que está presente, la hermana del rey español abandonaría automáticamente el banquillo de los acusados.
Según publicaba ayer El País, Bernad, que se encuentra “destrozado anímicamente”, ha comunicado a su entorno más próximo su intención de liquidar el sindicato y retirar las docenas de denuncias que tiene presentadas o en trámite en este momento en juzgados y tribunales de todo el Estado español. Su intención es desistir de todas las personaciones en causas, denuncias o querellas en curso, incluida la del caso Nóos, que afecta a la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin. Además de Nóos, Manos Limpias está personada en casos como los EREs de Andalucía, la celebración de la consulta del 9-N en Catalunya, los tuits del concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata o la pitada en la final de Copa de 2015 entre Athletic y Barcelona.
Frente a la postura de Bernad, el sindicato emitió ayer un comunicado en el que señalaba que la organización la integran un colectivo de profesionales independientes que no renunciarán en el ejercicio de la acusación “con mayor ahínco si cabe y mayor desvelo” en las causas justas que defienden en los juzgados “sin presupuesto” para ello.
Ante esta posibilidad de la retirada del proceso de Manos Limpias, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, aseguró ayer que si el sindicato desiste de continuar con la acusación popular, eso llevaría al “archivo de la causa”, aunque, a continuación, matizó que se trata de una cuestión que debería decidir el tribunal que juzga el caso Nóos.
Es por ello que el juez Castro, que peleó hasta el final por sentar en el banquillo a la infanta Cristina, mostraba ayer su extrañeza por la sucesión de acontecimientos que pueden dejar fuera del banquillo a la hermana del rey. “Sobre este tema recibo informaciones contradictorias y no sé si son ciertas, si son rumores que corren. Y tampoco sé si hay una estrategia diseñada para que estas cosas ocurran”, aseguró ayer el magistrado en relación a la posibilidad de disolución de Manos Limpias. Sin embargo, y con el argumento de que le faltan datos, el magistrado no quiso ir más allá en sus insinuaciones. Ya la pasada semana, cuando se procedió a la detención del presidente de Manos Limpias, el abogado de Diego Torres, socio de Urdangarin en Nóos, reclamó ante el Tribunal de Provincial de Baleares la expulsión de Manos Limpias del proceso, ante lo que la abogada del sindicato, Virginia López Negrete, se afirmó en que “siete magistrados por unanimidad han posibilitado que actuemos como acusación popular y lo vamos a seguir haciendo”. Al final, la presidenta del Tribunal, Samantha Romero, rechazó la petición del abogado de Torres y posibilitó que Manos Limpias siga en el proceso y, con ello, que la infanta Cristina continúe sentada en el banquillo.
Bloqueo de las cuentas En este contexto, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, ordenó ayer el embargo preventivo de medio centenar de cuentas, propiedades, vehículos y empresas relacionadas con Miguel Bernad y el presidente de Ausbanc, Luis Pineda. El magistrado ha reclamado un asiento registral dirigido a que conste en el Registro de la Propiedad que estas propiedades están sujetas a una investigación judicial y no pueden ser vendidas ni alquiladas o traspasadas. Entre las propiedades bloqueadas se encuentran fincas en localidades de Madrid, Villamayor de Campos (Zamora) y Estepona (Málaga). Ya la pasada semana Pedraz bloqueó las cuentas bancarias de Manos Limpias y Ausbanc, así como las abiertas a nombre de sus dos máximos dirigentes.