MADRID. A pesar de que el rey ha constatado hoy que no hay acuerdo para formar gobierno y todo se encamina hacia la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, el plazo legal para la investidura no expira hasta el próximo lunes 2 de mayo lo que, en teoría, permitiría un acuerdo in extremis.
Para ello, haría falta que se propusiera un candidato mañana miércoles -algo ya descartado-, de modo que el presidente del Congreso, Patxi López, pudiera convocar un pleno de investidura para 48 horas después, el viernes 29 o como muy tarde el sábado 30 de abril.
Previamente, López debería reunirse con Felipe VI para que diera curso al decreto en el que se propondría al candidato a la investidura y, con el decreto en la mano, reunir a la Junta de Portavoces del Congreso para acordar los detalles de ese pleno de urgencia.
Con ese escenario, la primera votación de investidura -en la que el candidato a presidente del Gobierno necesita mayoría absoluta del Congreso- debería producirse el sábado 30 de abril.
Ello obligaría a que los portavoces parlamentarios fueran especialmente rigurosos con los tiempos de intervención en la tribuna, de forma que esa votación no se fuera más allá de las doce de la noche del sábado.
Eso, siempre y cuando el candidato no tenga asegurada la mayoría absoluta de la Cámara, circunstancia altamente improbable.
Sólo así daría tiempo para que se pudiera convocar una segunda votación 48 horas después, el lunes 2 de mayo, en la que el hipotético candidato sólo necesitaría mayoría simple -más votos a favor que en contra- para ser investido jefe del Ejecutivo.
Una votación que se produciría al límite de plazo legal -las doce de la noche del 2 de mayo- evitando la disolución de las Cortes, el punto y final de la XI legislatura y la convocatoria de elecciones para el próximo 26 de junio.