Barcelona - La celebración de Sant Jordi tuvo ayer un marcado tinte político en el marco de las infructuosas negociaciones para conformar el Gobierno central y del procés. En este sentido, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llamó a los catalanes a “hacerse oír y hacerse respetar frente a los dragones feroces” que pretenden “atenazar” a Catalunya, y brindó por la “república catalana” con los representantes de las principales fuerzas soberanistas.

El president vivió su primer día de Sant Jordi al frente de la Generalitat y recorrió las calles de Barcelona acompañado de su familia antes de reunirse con dirigentes de la ANC (Asociación Nacional Catalana), Òmnium Cultural y otras entidades independentistas. En este encuentro también estuvo presente la portavoz de ERC, Marta Rovira, que recogió el testigo de Puigdemont y calificó al Tribunal Constitucional de “dragones que amenazan” a Catalunya. Previamente, durante los actos oficiales de la jornada en el Palau de la Generalitat, el jefe del Ejecutivo catalán se encontró con la alcaldesa Ada Colau, que le regaló un libro inspirado en la lucha contra los desahucios.

Por su parte, los dirigentes de las formaciones unionistas centraron sus declaraciones en las fallidas negociaciones para formar gobierno, que abocan con casi total seguridad a la repetición de elecciones generales en junio. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, reclamó al PP y a Podemos que interrumpan su posición de “bloqueo” y faciliten un acuerdo para evitar acudir a las urnas. “Me gustaría pensar que todo el mundo está intentando formar gobierno, pero me temo que algunos están preparando ya las elecciones y poniendo palos en las ruedas”, lamentó. Más optimista se mostró el secretario general de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que no descartó que pasen “cosas inesperadas” en los “últimos momentos” como ocurrió el pasado enero en Catalunya, cuando se invistió a Puigdemont al límite del plazo.

Los populares, en cambio, endurecieron el tono y cargaron contra el resto de formaciones políticas. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, acusó a Ciudadanos de ser la “marca blanca” de los socialistas y criticó que Albert Rivera prefiera “pactar con el PSOE antes que con el PP”. Además, instó a Puigdemont a olvidarse del proceso soberanista y a dialogar con Mariano Rajoy para solucionar “los problemas reales y las prioridades de los catalanes”. La marca de Podemos en Catalunya, En Comú Podem, también se refirió a los pactos de gobierno. El portavoz de la formación, Xavier Doménech, alertó de que “hay presiones” para que PSOE y PP alcancen un acuerdo para evitar la repetición de elecciones.

Por otro lado, Ciudadanos y PP criticaron el discurso en clave soberanista de Puigdemont y acusaron al president de buscar la “confrontación” con su metáfora de los “dragones feroces”. La líder de la formación naranja en el Parlament, Inés Arrimadas, reprochó a Puigdemont que utilice un “día de civismo” como Sant Jordi para “enfrentar” en vez de “unir”. En la misma línea, Arrimadas propuso que la celebración de ayer sea la festividad oficial de Catalunya, ya que entiende que “está por encima de cualquier ideología y representa a la mayoría de los catalanes”.

El PP catalán, por su parte, lamentó que el presidente de la Generalitat defienda los “discursos de división” y hable de “buenos y malos”. El dirigente popular, Xavier García Albiol, criticó que Carles Puigdemont haya intentado introducir el debate independentista en una jornada festiva. “Hoy no toca, está fuera de lugar, es una solemne tontería”, concluyó.

Finalmente, Lluís Rabell, el líder de Catalunya Sí Que es Pot, marca de Podemos en el Parlament, pidió “tener cuidado” con los “dragones caseros vestidos de Sant Jordi”, que aplican políticas “antisociales” ante el reto de pactar los presupuestos de la Generalitat.