vitoria - El rey arrancará una ronda de contactos con los partidos el lunes para aclarar si algún candidato tiene opciones de convertirse en el próximo presidente español, pero lo más probable es que no vea margen y se repitan las elecciones generales el 26 de junio. La precampaña parece ya lanzada. Cada formación se afana en cargar las culpas de la repetición electoral en el adversario político y pone en valor sus esfuerzos para llegar a un acuerdo. Los comicios tendrían un aire de segunda vuelta para que los ciudadanos premien o castiguen los comportamientos de los partidos en las negociaciones. Las formaciones vascas no pierden de vista que se está trabajando sobre esas claves y preparan su posicionamiento electoral por si hay comicios. Al tratarse de una suerte de segunda vuelta, la mayoría de los partidos tienen claro que repetirían candidatos, tal y como han avanzado a este diario.
El PNV da por hecha la repetición electoral y cree que la militancia volverá a dar el visto bueno a los candidatos que se presentaron en diciembre. Aitor Esteban encabezó la lista por Bizkaia, Joseba Agirretxea lideró Gipuzkoa, y Mikel Legarda fue cabeza de cartel de Araba. Lo que harán los jeltzales será aprovechar el proceso interno que ya está en marcha para nombrar a los candidatos a las elecciones autonómicas. Esos aspirantes serán ratificados en una asamblea nacional el 7 de mayo, y el PNV aprovechará el viaje para someter a consideración de ese órgano las listas para las generales. No se esperan sorpresas, aunque las fuentes consultadas no adelantan acontecimientos.
Los jeltzales ganaron los comicios en escaños, con seis asientos en el Congreso, pero fueron superados en votos por Podemos. No supuso una debacle. Mantuvieron intacta su base de 300.000 votantes, y vieron cómo Podemos dañaba fundamentalmente a la izquierda aber-tzale. Además, las generales no son propicias para los partidos de adscripción vasca, ya que el votante puede decantarse por las formaciones que tienen más opciones de gobernar en el Estado. Ahora se repetirían los comicios con el agravante de que tendrán un cariz casi presidencialista, con una pelea entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, y Pablo Iglesias como actor secundario defendiendo un gobierno exclusivamente de izquierdas. En cualquier caso, los jeltzales no hacen ahora esa lectura y les preocupa más la abstención, ya que detectan hartazgo en la ciudadanía y creen que muchos votantes se quedarán en casa.
El PNV cree que los votantes serán muy críticos con el fracaso de la negociación y con el gasto que supondrán las elecciones, un enfado que comparte. Lamenta que se haya frustrado la “necesidad de cambio” y el desalojo del PP. Aun así, se ve en condiciones de mantener sus seis escaños. No cree que hayan transcurrido tantos meses como para que la fotografía varíe demasiado, pero reconoce que el nivel de incertidumbre es elevado y nadie sabe cómo repartirán las culpas los votantes. Cabe recordar que los jeltzales han permanecido en un segundo plano en las conversaciones. Solo recibieron un documento socialista que no daba respuesta a la agenda vasca, y desde entonces las negociaciones se han centrado en el PSOE, Ciudadanos y Podemos, y en el pacto fraguado por los dos primeros. Las encuestas de la prensa estatal y del CIS, que manejan muestras tan pequeñas de Euskadi que pueden no ser representativas, vaticinan que PNV y EH Bildu mantendrán sus escaños. El sondeo de EITB da la victoria en votos a los jeltzales sobre Podemos.
EH BILDU La izquierda abertzale acudió con un mensaje netamente independentista y se desplomó desde los siete escaños que obtuvo en el cómputo total de la comunidad autónoma vasca y Nafarroa en 2011, hasta los dos escaños de diciembre. Ahora, sin embargo, puede revivir con el impulso de Arnaldo Otegi, quien se estrenaría en la campaña de las generales tras salir de la cárcel. Las fuentes consultadas aseguran que “no hay nada decidido” sobre los candidatos, y que anunciarán su propuesta cuando la convocatoria electoral sea oficial. En los anteriores comicios, presentó como cartel electoral a Onintza Enbeita (Bizkaia), Marian Beitialarrangoitia (Gipuzkoa) e Iker Urbina (Araba). Para EH Bildu resulta vital levantar cabeza tras haber encadenado los fracasos electorales de las forales, municipales y generales.
Fuentes de Podemos aseguran que no han pensado si repetirán candidatos. Iglesias ha dicho a nivel estatal que lo lógico es mantener las planchas y, en el caso de haya coalición con IU, intercalar a los nuevos aspirantes en esas listas. Eduardo Maura encabezó Bizkaia; Nagua Alba, Gipuzkoa; y Juantxo López de Uralde, Araba. Podemos ganó en número de votos espoleado por su sensibilidad en materia de derecho a decidir y paz, aunque podría pasarle factura su dureza en la negociación con el PSOE, sobre todo en el primer tramo. Cabe recordar que Euskadi fue una de las comunidades donde se votó por el cambio con mayor intensidad. Sin embargo, si cuajara la alianza con IU, podría insuflarle fuerzas renovadas.
Los socialistas vascos, por su parte, mantienen la puerta abierta a que Sánchez pueda amarrar un pacto de última hora. Si finalmente tuvieran lugar los comicios, su intención pasa por repetir candidatos (salvo que alguien planteara algún problema personal), aunque tendrían que abrir algún tipo de proceso o consulta para ratificarlos. Se mantendría la apuesta por Patxi López en Bizkaia, Odón Elorza en Gipuzkoa y Javier Lasarte en Araba. El proceso se activaría a principios de mayo, con la convocatoria de un Comité Nacional. Las ejecutivas territoriales vascas plantearían sus candidatos y enviarían la plancha al Comité Federal.
El socialismo vasco no atraviesa por su mejor momento y ha encadenado varios varapalos que se han agravado desde la irrupción de Podemos. En diciembre, logró tres escaños y quedó relegado a la cuarta plaza en votos. Sin embargo, cree que acudirá con ánimos renovados a las urnas, con la militancia movilizada y un importante apoyo interno a la gestión de Sánchez. Fuentes de la ejecutiva de Idoia Mendia creen que la militancia socialista en su globalidad es consciente de que Sánchez ha removido cielo y tierra para conformar un gobierno sumando a derecha e izquierda pero, en el caso concreto de la militancia vasca, esgrimen además el amplio aval que brindaron al candidato las bases de la comunidad autónoma en la consulta interna sobre pactos.
En suelo vasco se registró la mayor participación (70,41%) y el apoyo más amplio (89,41%) de todo el Estado. La consulta se realizó tras el pacto con C’s, de modo que, aunque los vascos hayan señalado en algunas encuestas su preferencia por un gobierno de izquierdas y hayan penalizado cualquier alternativa con Ciudadanos por su discurso restrictivo sobre autogobierno, al menos en lo que concierne a la militancia socialista la lectura es diferente y a Sánchez no le pasaría factura su acuerdo.