madrid - Quedan tres semanas exactas para el 2 de mayo, fecha infranqueable para el calendario de la investidura del próximo presidente del Gobierno español, en caso de que finalmente se presente algún candidato. Las negociaciones se encuentran en una situación de bloqueo con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez vetándose el uno al otro e impidiendo alcanzar un acuerdo de investidura o de gobierno. Restan 21 días para evitar que el rey Felipe VI firme el decreto de disolución de Las Cortes y lo publique en el BOE el 3 de mayo, día a partir del que empezarían a contarse los 54 días legalmente establecidos para la repetición de las elecciones, el 26 de junio.
Con un margen tan escaso y una aritmética parlamentaria tan endiablada lo normal sería que los cuatro partidos principales intensificaran sus esfuerzos negociadores esta semana, pero la consulta de Podemos a sus bases sobre el acuerdo a tres con PSOE y Ciudadanos que se celebrará entre el 14 y el 16 de este mes ralentizará los ritmos. La formación de Iglesias dará a conocer el resultado de la consulta el próximo lunes día 18 y, previsiblemente, los partidos activarán a partir de entonces sus maquinarias ya con esa carta sobre la mesa. El PP ya ha dejado entrever que no moverá ficha hasta entonces y tampoco se esperan grandes movimientos por parte de los otros partidos que esperan lo que acontezca con esa consulta. Una sorpresiva desautorización de las bases a la posición de la cúpula podemita precipitaría dimisiones en la dirección del partido y alterar el tablero negociador en una semana crucial.
No hay una fecha límite para las negociaciones ni tampoco para la celebración de los plenos de investidura, si es que algún candidato da el paso y se presenta. El único hito infranqueable es el 2 de mayo. Sin embargo, el procedimiento establecido para la investidura contempla una serie de formalismos que limitan aún más los plazos, por lo que las negociaciones en busca de un acuerdo deberían de prolongarse a lo sumo hasta el 24 o 25 de abril.
Si Sánchez, Rajoy o cualquier otro decide dar el paso tras sumar suficientes apoyos, el rey debería activar antes del 26 de abril la preceptiva ronda de consultas con los grupos parlamentarios, de menor a mayor. Esa ronda de consulta no le llevaría más de dos días. El siguiente paso sería comunicar al presidente del Congreso, Patxi López, el nombre de la persona a la que propone como candidato a la investidura. A continuación, López convocaría el pleno del Congreso, probablemente el sábado día 30. Si en esa primera votación el candidato no obtiene la mayoría absoluta, se convocaría una nueva sesión 48 horas después, el lunes día 2 de mayo. La votación y proclamación, si la hubiera, debería de realizarse antes de medianoche. - H. Unzueta