Bilbao - No esperaba que su caso tuviera semejante eco, tanto en el ámbito mediático como en el político, por lo que Axier López agradece todo gesto de solidaridad que ha recibido. Sin embargo, vaticina un complejo panorama para el periodismo si la ley Mordaza se mantiene vigente, sobre todo por el riesgo de autocensura frente a las posibles sanciones.

¿Qué sintió cuando recibió la multa?

-Sorpresa, en un principio, ya que no me esperaba que unas imágenes de una detención, como otras tantas a las que estamos tan acostumbrados en Euskal Herria, pudieran suponer una multa. Solo saqué unas imágenes de la detención de Naroa Ariznabarreta en Eibar y colgué un tuit. Después está la dimensión que tiene ser el primer periodista afectado en Euskal Herria, y quizás el primero en el Estado si se excluye a los fotógrafos. Así que te cuestionas por qué sucede, y en este momento, contra un medio de comunicación pequeño como Argia.

Hacer su trabajo le reporta una multa.

-No es una multa contra una persona, sino contra Argia. Lo hemos tenido muy claro. Además de denunciarlo, pensamos que hay que generar un debate mostrando los efectos más perversos de la ley Mordaza. Asumir la ley nos llevaría a que nos autocensurásemos. Por eso debemos colectivizar el debate, protegernos para que los medios sigamos haciendo nuestro trabajo.

Han anunciado que plantarán batalla contra una multa que no abonarán. ¿Cómo lo harán?

-Continuaremos extendiendo el debate, ya que puede abrir las puertas a muchos otros casos. Hay que reaccionar para que no vuelva a suceder. Por otro lado es una ley injusta: quiebra el derecho a la información y la libertad de expresión, por lo que hemos decidido no pagar y tomar la vía judicial, presentando recurso.

¿Qué opina sobre los motivos de la multa?

-El primer párrafo apela a una falta de autorización. A la vista de esa justificación, ¿a quién debemos pedirla para captar imágenes de una operación realizada por funcionarios públicos a plena luz del día? ¿A los policías? ¿A la Policía Nacional? ¿A Carlos Urquijo? ¿Quién tiene la competencia? Es un debate muy peligroso, ya que la solicitud de una autorización choca contra el derecho a la información. Y ya sabemos que es pedir una autorización que, en muchos casos se topará con un no o, si se hace caso omiso, con una sanción.

Un colectivo de periodistas vascos ya había mostrado su postura ante la normativa.

-Hace un año se hizo público el manifiesto Kazetaritza ez da delitua. Fueron 460 profesionales que dijeron no. Iraitz -Salegi, de topatu.info- y yo estuvimos entre los impulsores. Entonces se dio una gran respuesta masiva, parecida a la de ahora. Entre los periodistas se ha visto ese amplio respaldo a que no se puede aceptar que el periodismo es delito, aunque parece que haya que reivindicarlo día a día.