madrid - Hubieran deseado “la conjunción de tres fuerzas” como PP, PSOE y Ciudadanos, pero descabalgado semanas atrás de los movimientos negociadores que con éxito o sin él se vienen sucediendo, los populares apuntan a la celebración de nuevas elecciones como el escenario más propicio no solo para sus propios intereses, sino también para los del Estado. “Estoy seguro de que las elecciones son una mejor solución que un intento de un gobierno del PSOE y Ciudadanos, con 130 escaños, y mucho mejor que un gobierno PSOE, Podemos, IU y la abstención o el apoyo de los separatistas”, evidenció ayer el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo.
El ministro, de viaje de trabajo en Chile, tan solo reprodujo un ideario que el PP viene apuntando desde hace semanas por parte de sus responsables de comunicación. Tanto que un argumentario interno del partido, al que tuvo acceso Europa Press, lamentó los movimientos efectuados por las fuerzas que participaron en una reunión que tan solo sirvió para sacar “otra foto inútil”. Ciudadanos fue el principal receptor de las críticas. “En plena crisis de identidad” y sin que ni siquiera “sus votantes saben ya a qué atenerse”, los estrategas de la formación popular atizaron la hoja de ruta negociadora marcada por Rivera que “no es consciente del daño” que les generará la instantánea al lado de Podemos. “Un día rechazan a Podemos; otro se reúnen con Iglesias; un día dicen que no quieren entrar en ningún Gobierno; otro piden sillones; un día quieren derogar la reforma laboral; otro no... Incluso, pese a tanto cacareo, van a reunirse la semana que viene con Puigdemont, aunque nadie sabe para qué”, según remarcaron. Siendo mero “comparsa” del PSOE, “su socio Sánchez les engaña a sus espaldas con todo el mundo”, asumieron.
La “ciega ambición” del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, fue el principal argumento para explicar el empecinamiento que, a juicio del PP, muestra por alcanzar la gobernabilidad. Ciego también “a la realidad”, e incluso a la “aritmética” por vetar la opción de la gran coalición, el máximo mandatario de los socialistas “lamentablemente tiene tantas ganas como poco proyecto: por eso, para gobernar, le vale cualquiera”, agregaron. No obstante, son sabedores que “la única suma que colmaría su ambición es la que incluye, por vía activa o pasiva, a toda la izquierda radical y a los secesionistas”. - DNA