madrid - El último jefe de comandos de ETA, Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, pasa hoy a disposición del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, en el marco de las causas en las que se le investiga por la comisión de presuntos delitos de lesa humanidad y por las posibles relaciones con las FARC. El magistrado aprovechará su traslado a España para preguntarle si desea declarar para esclarecer su participación en estos procedimientos, después de que fuera entregado por Francia en marzo por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos cometido en julio de 2009 que dejó un total de 46 heridos leves.

Ata ya se negó el pasado 9 de marzo a responder al juez Fernando Andreu por el atentado de Burgos, al igual que rechazó declarar ante la magistrada Carmen Lamela por otro caso. Condenado a dos cadenas perpetuas dictadas en Francia por el asesinato en 2010 del gendarme galo Jean Serge Nerin, que fue la última víctima mortal de ETA, y de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en Capbreton en 2007, el país galo estableció la cadena perpetua con la obligatoriedad de que pase al menos 22 años en prisión.

Velasco investiga si ETA, las FARC y el antiguo Gobierno de Hugo Chávez mantuvieron relaciones y el ex jefe militar de ETA dio dinero a dos presuntos etarras para costear su viaje a Venezuela y recibir instrucción. El juez también se ha hecho cargo de la causa por lesa humanidad abierta contra las cúpulas de ETA desde octubre de 2004. Aún así, la justicia española también sospecha de su participación en varios atentados mortales cometidos en Nafarroa y Zaragoza entre 2001 y 2003, entre ellos el crimen del presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, y el asesinato del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro o de dos policías de Sigüenza, también sin autores conocidos. Carrera Sarobe, último jefe militar de ETA, fue detenido un 20 de mayo de 2010 en un piso de Baiona junto a dos de sus colaboradores. - Efe