Palma - El tribunal que juzga el caso Nóos concluyó ayer que el asesor fiscal del Instituto Nóos Miguel Tejeiro, el testigo clave del juicio, no está exento por secreto profesional de declarar como testigo sobre temas patrimoniales, por lo que le citó de nuevo para el próximo martes. “No está dispensado de prestar declaración respecto de aquellas cuestiones de contenido patrimonial y por lo tanto no existe deber de confidencialidad”, dijo la presidenta del tribunal, Samantha Romero, después de que el juicio estuviera interrumpido durante casi cuatro horas por discrepancias entre las acusaciones y las defensas sobre el alcance del secreto profesional de Tejeiro.
Romero recalcó que “las circunstancias a las que se circunscribe el sigilo no tienen que ver con las cuestiones de contenido patrimonial”. Tejeiro fue asesor fiscal personal de Iñaki Urdangarin, de su socio Diego Torres, y de todas las empresas ligadas a Nóos. Tras señalar que el tribunal ya se había manifestado el jueves sobre esta cuestión -cuando recordó a Tejeiro el deber de no revelar información que pueda atentar contra el honor o la intimidad personal y familiar ni datos confidenciales de sus clientes-, citó jurisprudencia aclaratoria al respecto. Así, se refirió a una sentencia del Tribunal Europeo de julio 2007 y a las normativas de blanqueo de capitales en vigor en la época de los hechos que se juzgan y en la actualidad.
El defensor de Diego Torres, Manuel González-Peeters, que originó el debate al protestar alegando que el testigo debía someterse al secreto profesional, reiteró su protesta. El sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, y la Fiscalía Anticorrupción también protestaron pero por razones opuestas. La decimoctava jornada del juicio ante la Audiencia de Palma estuvo marcada por el debate suscitado entre las partes acerca del secreto profesional. El fiscal anticorrupción Pedro Horrach llegó a denunciar las “coacciones” que están ejerciendo las defensas de la infanta Cristina, Urdangarin y Torres, con el objetivo de que el exasesor fiscal del Instituto Nóos no pudiera declarar sobre las cuestiones más delicadas, y que podrían ser clave, que afectan a sus clientes por haber sido éstos asesorados en su día por él.
De hecho, incidió en que lo planteado por las defensas “es un abuso procesal”, después de que tanto Urdangarin como Torres, en la declaración que prestaron como acusados, descargaran “toda la responsabilidad sobre el testigo”. “Es una contradicción usar la vía del secreto profesional”, espetó.
Responsabilidad La declaración de Miguel Tejeiro como testigo ocupó toda la tarde de la sesión del jueves, donde responsabilizó a Torres y Urdangarin de todas las decisiones de gestión y fiscales, y exculpó a la casa real y la infanta Cristina. Sin embargo, su comparecencia resultó trabada por las dudas del asesor fiscal respecto a qué preguntas podía responder sin vulnerar su compromiso profesional de sigilo.
El tribunal aplazó las declaraciones de los nueve testigos que estaban citados para ayer, entre ellos el exjefe de la Casa Real Alberto Aza y la exvicepresidenta del Govern balear Rosa Estaràs. Los volvió a convocar para el 16 de marzo, si bien varios de ellos manifestaron que no podrán comparecer ese día.
Otro de los hechos que podrían afectar la continuación normal del juicio radica en la advertencia del abogado de Torres, Manuel González Peeters, de abandonar la defensa de su patrocinado después de que el tribunal haya acordado impedir a las partes entrar en la sala con dispositivos móviles. - Efe/E. P.