madrid - El acuerdo suscrito por PSOE y Ciudadanos, blindado hasta el punto de que ambas formaciones han apostado por mantenerlo en la nueva fase abierta tras el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez, empieza a sufrir sus propias fisuras. Y lo hace precisamente por las visiones contrapuestas que mantienen respecto a si el líder socialista debe seguir siendo el candidato de un eventual nuevo intento de acceder al Palacio de La Moncloa. Mientras el presidente naranja, Albert Rivera, afirma que “no hay ninguna cláusula” que diga que Sánchez debe encabezar el futuro gobierno, desde las filas socialistas se subraya que este es uno de los puntos indiscutibles del pacto alcanzado.
Estas diferencias han salido a la luz después de que, en el pleno de investidura de la semana pasada, la entente de estos dos partidos lograra tan solo la adhesión de la única diputada de Coalición Canaria, sumando así 131 escaños, lejos de la mayoría necesaria para aupar a Sánchez a la presidencia del Gobierno español. Abierta de nuevo la puerta a la negociación entre los diferentes grupos por parte del rey Felipe VI, que no impulsará otra ronda de contactos por el momento ante la evidencia de que nadie suma, Rivera cuestionó ayer que el secretario general del PSOE siga siendo el candidato del acuerdo firmado. Esta posibilidad “no está escrita”, subrayó, “no hay ninguna cláusula de sillas”.
Desde la formación socialista negaron la mayor y salieron a la palestra para blindar a su líder en esa posición preeminente. Fue su portavoz en el Senado, Oscar López, quien afirmó que “el acuerdo incluye a Pedro Sánchez como candidato. Es cierto que ahora no hay un aspirante propuesto por el rey, pero es verdad que el acuerdo está con Sánchez como candidato. El acuerdo es el acuerdo”. En una entrevista en Onda Cero, López explicó que el documento sellado con Ciudadanos tiene tres partes: que Sánchez es el candidato, que es compartido por 131 diputados -los del PSOE, C’s y Coalición Canaria- y que contiene más de 200 medidas. Admitió no saber si Ciudadanos piensa lo mismo, pero opinó que, si no fuese, así no tendría sentido que los dos partidos se sentasen tras la investidura fallida de Sánchez -tal y como hicieron el pasado sábado- para reafirmar su pacto y, además, decir que irán juntos a negociar con otras formaciones.
Un panorama muy diferente del que describe Albert Rivera, quien valoró que en ese futuro gobierno también podría haber figuras independientes, procedentes de la sociedad civil, el mundo económico o el ámbito académico si así lo deciden los partidos. En declaraciones a Antena 3, se mostró además receptivo a que un dirigente del PP que no sea Mariano Rajoy asuma el liderazgo de una confluencia de los populares con PSOE y C’s. “Pongamos que sea otro. Eso lo cambia todo”, aseveró, toda vez que considera “imposible” una gran coalición entre los tres partidos con el presidente español en funciones al frente.
Ya se lo advirtió el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al propio Pedro Sánchez durante los debates parlamentarios de investidura, cuando le trasladó que quizás no sea él la persona que encabece una confluencia de PP, PSOE y Ciudadanos. La posibilidad de que el partido de Rivera apueste en realidad por un candidato popular es uno de los rumores más extendidos en el Congreso, lo que ha coincidido con la apertura de estas tres formaciones al diálogo en los dos meses de plazo abiertos para acordar un gobierno antes de tener que convocar elecciones anticipadas. Poco después de que ayer se hiciera público que Rajoy llamará a Sánchez y Rivera para reunirse con ellos por separado y volver a ofrecerles la gran coalición entre los tres partidos, trascendió que los portavoces parlamentarios del PSOE, Antonio Hernando, y Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, enviaron sendas cartas a sus homólogos en el PP, Podemos, IU, Compromís y PNV. Con ello pretenden invitarles a iniciar “de inmediato” una ronda de negociaciones para formar un nuevo gobierno “lo antes posible”, ofrecimiento que han realizado a los partidos con los que ven “factible alcanzar acuerdos”.
Pacto abierto En la comunicación remitida a los portavoces de los cinco grupos parlamentarios, defienden el acuerdo que firmaron para formar un gobierno reformista y de progreso. Aseguran que sigue “plenamente vigente” y está “abierto a aportaciones, sugerencias y mejoras por parte de otros grupos políticos y también de agentes sociales y del resto de la sociedad civil”, para así “ampliar el apoyo político y ciudadano a la constitución de un nuevo Gobierno lo antes posible”.
Sin embargo, las formaciones de izquierdas no han empezado la semana con buen pie. La decisión del PSOE y Ciudadanos de acudir a todas las reuniones de manera conjunta, sumada al veto de Podemos al partido de Rivera, tendrá como consecuencia la ausencia de los socialistas en el encuentro a cuatro propuesto por la formación liderada por Pablo Iglesias para hoy con Compromís e IU-UP, que ayer decidió que tampoco acudirá a la misma.