madrid - Los 17 diputados de ERC y DiL votarán en contra de Pedro Sánchez, porque no solo les ha dicho que “nunca, nunca, nunca” apoyará un referéndum soberanista en Catalunya, sino que se presenta a la investidura “casado” con un partido, Ciudadanos, que ellos consideran “anticatalanista”. Instalados desde el principio en el no a Sánchez, los independentistas catalanes reconocieron que su posición podía evolucionar dependiendo de “con quién se casara” el candidato socialista para formar gobierno.

“No es lo mismo un acuerdo PSOE y Ciudadanos, que Podemos y PSOE que PSOE, Podemos y Ciudadanos, y hasta que no lo conozcamos no podremos fijar una posición definitiva”, advirtió hace dos semanas el portavoz de DiL en el Congreso, Francesc Homs. Por entonces, los soberanistas catalanes aspiraban a que el PSOE pactara con Podemos, IU-UP, Compromís y el PNV, para conseguir un compromiso de referéndum a cambio de cual ellos se abstendrían para investir al candidato socialista.

Sánchez, que ha cumplido ese mandato y solo se ha reunido con los portavoces de DiL y ERC para decirles que no quería “nada de ellos”, acudirá al debate de investidura con la peor de las alianzas que los independentistas previeron para sus intereses. El acuerdo del PSOE con Ciudadanos rechaza expresamente “todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España”, lo que les aboca a combatirlo.

En ERC -que tiene un pacto con DiL para votar lo mismo en la investidura- asumieron pronto que Sánchez “tendría que volver a nacer para reconocer el derecho a decidir de los catalanes y aún así tampoco lo reconocería”, según palabras de Joan Tardá. Ya con el acuerdo con Ciudadanos sobre la mesa, Esquerra no ha hecho más que incidir en que el PSOE ha “dimitido de la socialdemocracia” y coincide con DiL en que todo terminará en una “gran coalición de derechas” entre PSOE, PP y C’s. En ese marco, la nueva Convergència y la ascendente Esquerra intentarán dejar en evidencia al PSC, para captar a los socialistas de perfil más catalanista decepcionados por el acuerdo con Rivera. - Efe