Kabul - El Grupo a Cuatro (G4) formado por Afganistán, China, Estados Unidos y Pakistán propuso ayer la primera semana de marzo para que Gobierno de Kabul y los talibanes vuelvan a las conversaciones de paz, tras casi siete meses suspendidas, en un encuentro que podría tener lugar en Islamabad. El cuarteto reunido en la capital afgana puso fecha para la primera reunión entre el Ejecutivo afgano y “todos” los insurgentes que quieran sumarse al proceso de diálogo, una cita que el grupo prepara desde que comenzó sus trabajos a comienzos de enero.

En su cuarta reunión desde entonces, el G4 lanzó una invitación a “todos los talibanes y otros grupos” insurgentes para asistir a “la primera ronda de diálogo paz directo” con el Gobierno de Afganistán, que “se prevé tenga lugar en la primera semana de marzo”. El Gobierno de Kabul había pedido al comienzo de este cuarto encuentro celebrado ayer que la cita con los insurgentes fuera antes de acabar febrero.

El grupo subrayó en su declaración conjunta al final de su reunión en Kabul que la cita se celebrará en marzo y en Pakistán, ya que “se ha ofrecido gentilmente” a que Islamabad acoja la reunión. Pakistán acogió en julio de 2015, en la ciudad de Murree, la primera y última reunión oficial de un proceso de diálogo emprendido por el Ejecutivo presidido por Ashraf Gani y los insurgentes. Aquella iniciativa quedó temporalmente en suspenso tras conocerse pocos días después que el fundador del movimiento talibán, el mulá Omar, había fallecido en abril de 2013.

Islamabad será igualmente el escenario de la quinta reunión del G4, “inmediatamente después de las primeras conversaciones directas de paz” a las que los talibanes se han mostrado hasta ahora escépticos a asistir. El ministro de Exteriores afgano, Salahuddin Rabbani, señaló ayer que todas las facciones talibanes y el Hezb-e-Islami, el segundo grupo insurgente en importancia de Afganistán, deben aprovechar “esta buena oportunidad” y rechazar la violencia. Rabbani manifestó que la Constitución afgana abre la puerta a que los insurgentes participen en la política del país asiático y tanto el pueblo como el Gobierno afganos buscan una “solución política honesta” para acabar con la guerra. El ministro, sin embargo, recordó la advertencia de que se usará toda la fuerza contra los grupos armados que “rechacen” unirse al proceso.

ulema Además de la fecha propuesta para la reunión entre Gobierno e insurgentes, el cuarteto anunció también la decisión de Afganistán y Pakistán de constituir un grupo bilateral de trabajo para que la ulema o doctores de la fe islámica de ambos países colabore en este proceso de paz “dirigido” y “reconocido” por los afganos. La ulema tendrá entre sus funciones la emisión de fatuas o edictos islámicos contra la “actual violencia sin sentido” que castiga a Afganistán, inmerso en una guerra que se prolonga desde hace más de catorce años, desde la invasión estadounidense en 2001.