Madrid - El chalé de Valdemoro (Madrid) construido por uno de los empresarios vinculados a la trama Púnica para el exsecretario general del PP en Madrid Francisco Granados, no carecía de ningún lujo. La vivienda fue un regalo del constructor Ramiro Cid en compensación por las adjudicaciones facilitadas por el exalcalde de la localidad madrileña y según se señala en el sumario de la causa que investiga las actividades de la red del que fuera número dos de Esperanza Aguirre, la casa incluía en el jardín una cascada que caía en una piscina forrada de cuarcita dorada.
La vivienda también disponía de otros detalles de alto standing como ducha con cromoterapia, aromaterapia y distintos tipos de chorro, sauna integrada y chimeneas en el salón, dormitorio y despacho. Los detalles figuran en varios correos electrónicos intercambiados entre la mujer de Granados, Nieves Alarcón, y una empleada del estudio de arquitectura encargado de acondicionar el chalé.
chorro de niebla El contenido de los correos desvela que la ducha instalada en la casa disponía de distintos efectos de luz y aroma e incluso chorro de niebla. Se complementaba con una ducha en pared para cuando la esposa de Granados no quisiera “mojarse el pelo”. La empleada del estudio de arquitectos seleccionó, por elección de Alarcón, una chimenea horizontal para el salón y dos verticales para el dormitorio y el despacho que podían revestirse con cualquier material elegido. En otro de los correos, la trabajadora envía a la mujer de Granados fotos de una sauna de la que habían hablado. “La idea sería instalar ésta y, al lado, en el espacio sobrante, colocaríamos una pequeña ducha con turco”, dice.
La cocina tampoco se quedó atrás. Para este espacio, la mujer de Francisco Granados seleccionó un frigorífico con fabricador de hielo valorado en más de 7.000 euros y un horno pirolítico de cerca de 4.000 euros. Incluía, asimismo, muebles de nogal combinados con vidrio y laca. - E. P.