MADRID. Así las cosas, las intervenciones de los grupos tendrían lugar el miércoles 2, así como la votación, que se celebraría ese mismo día por la noche. En esta votación, Sánchez requeriría obtener la mayoría absoluta (176 votos) de la Cámara para ser investido presidente.
Si, como es previsible, esto no sucede, Sánchez tendría que someterse a una segunda votación 48 horas después, lo que podría obligar a que la sesión para esa segunda votación arrancara el viernes por la noche.
Ante lo complicado de iniciar una sesión plenaria a esas horas, la previsión del presidente es mantener la fecha del sábado 5 de marzo para ese debate y la correspondiente votación. Entonces, el líder socialista necesitaría sumar más síes que noes para poder ser investido.
LAS ELECCIONES SE MANTENDRÍAN EL 26 DE JUNIO
Las fuentes consultadas han explicado que el inicio del Pleno se debe a la necesidad de que pasen 54 días desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la disolución de las Cortes hasta la celebración de las elecciones.
Dado que el 2 de mayo finaliza el plazo de dos meses para conseguir la investidura, en caso de que Sánchez no lograra el aval del Congreso, el decreto de disolución de las Cortes se publicaría en el BOE al día siguiente y el plazo empezaría a correr a partir del día 4, llevando las elecciones al domingo 26 de junio.
En caso de que, como estaba previsto inicialmente, la primera votación no tuviera lugar hasta el día 3 de marzo, todos esos plazos se retrasarían un día, con lo que las elecciones habrían caído un lunes.