gasteiz - No tuvo la intensidad del breve pero intenso encuentro la semana pasada en las dependencias del Congreso entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez -desplante incluido del presidente del Gobierno en funciones a su interlocutor al que le negó el saludo-, pero no estuvo exento de reproches entre el PSE y el PP el Pleno ordinario ayer en el Parlamento Vasco. Ambas formaciones reprodujeron de alguna manera el desencuentro que está caracterizando su relación en la ronda de contactos abierta por el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno español, Pedro Sánchez.

Nerea Llanos (PP) acusó a Sánchez de intentar llegar a La Moncloa con cesiones a los partidos abertzales, y el socialista José Antonio Pastor le replicó que si el candidato no lo consigue, podrá ir a unas nuevas elecciones con la “cabeza bien alta por haberlo intentado, pero igual el PP no puede concurrir porque ya no existe el partido” debido a los casos de corrupción.

El debate vino motivado por una moción del PP que pedía a la Cámara que reconociera que la “soberanía nacional reside en conjunto de los españoles” y que es incompatible con un referéndum o consulta “en la que una parte de los españoles decida por los demás sobre lo que es y debe ser España”. La iniciativa fue rechazada por todos los grupos, excepto UPyD.

Llanos advirtió de que los nacionalistas van a “utilizar la ansiedad de Sánchez para conseguir el reconocimiento como nación” de Catalunya y Euskadi y consideró que hay que “salvaguardar de la negociación política” las cuestiones que afectan “a todos los españoles y sobre las que tienen que decidir todos los españoles”. Concluyó su intervención reprochando a los socialistas que no saben “hasta dónde van a ir las cesiones de Sánchez para ser presidente”.

Pastor achacó la presentación de este texto al “nerviosismo” en el que está instalado Rajoy, al que todo el mundo considera un cadáver político”, y defendió una actualización del autogobierno con el máximo consenso posible, desde las “garantías y los cauces legales existentes”.

Por su parte, Joseba Egibar (PNV) explicó que él no iba a pedir a Sánchez ni a Rajoy que se “hagan nacionalistas vascos” y defendió como “lo más natural” preguntar a la ciudadanía vasca sobre lo que quiere para su futuro. A su juicio, se ha llegado a la actual situación porque no se quiere reconocer al pueblo vasco como “sujeto político”. Tras criticar el “escapismo” del PSE y el “imperialismo” del PP, concluyó que estos partidos no se dan cuenta de que ni vascos ni catalanes “tienen la necesidad de decidir qué debe ser España”, sino que su objetivo es decidir qué debe ser Euskadi y Catalunya en el futuro. En relación al nuevo estatus político, Egibar subrayó que su partido quiere “definir y decidir el futuro de Euskadi, no el de España”.

Desde EH Bildu, Pello Urizar, rechazó el marco constitucional porque “nunca ha respetado los derechos de los vascos como país” y añadió que al PP le ha faltado mencionar en su moción al Ejército como garante de la unidad de España.

Gorka Maneiro (UPyD) fue el único que apoyó la moción del PP , aunque la consideró insuficiente, y apeló a Sánchez y a Rajoy a “no ceder ante los nacionalistas”. - E.P.