gasteiz - El lehendakari, Iñigo Urkullu, se sumó ayer a la cascada de reflexiones sobre el Gobierno de España, pero no para mostrar sus preferencias cromáticas respecto a los futuros inquilinos de La Moncloa y sus socios, sino para reclamar al nuevo Ejecutivo central un giro radical en las relaciones con las instituciones vascas que ha mantenido el Gobierno de Mariano Rajoy durante los últimos cuatro años.

La valoración de Urkullu, realizada en vísperas de que los máximos responsables de PNV y PSOE se reúnan hoy en la capital del España, fue producto de las preguntas que el PP llevó ayer al Parlamento Vasco en el primer Pleno de control del año y, por ende, también el primero desde que tuvieron lugar las elecciones generales. Los populares aprovecharon esta sesión para extender la estrategia alumbrada por Génova de combatir cualquier alternativa de gobierno que les deje fuera. En el caso vasco sitúan la diana sobre el PNV como posible aliado de una entente PSOE-Podemos con la que los jeltzales traten de reforzar un ejecutivo “débil para ver si así es más fácil encajar su agenda”.

En dos ocasiones la secretaria general del PP vasco, Nerea Llanos, llevó hasta el atril de oradores sendas preguntas cuyo idéntico fin era censurar un hipotético apoyo jeltzale al candidato socialista, Pedro Sánchez, y sus deseos de ser presidente. El lehendakari abogó en su respuesta por un Ejecutivo español que tienda puentes con las instituciones vascas y mantenga en su agenda las reivindicaciones de la CAV, entre las que citó el “reto colectivo” del nuevo estatus. Todo lo contrario, según Urkullu, a la actitud mantenida por Rajoy a lo largo de la última legislatura.

El jefe del Ejecutivo autonómico también hizo hincapié en que ha sido el propio PP quien se ha “autodescartado” de la búsqueda de alianzas que le faculten para seguir gestionando el Gobierno de España al declinar la responsabilidad brindada por el rey Felipe VI. Ante este escenario, el lehendakari invitó a los aforados populares a preguntarse “por qué nadie quiere compartir un proyecto” con este partido, pese a haber sido el ganador de los últimos comicios.

Sobre el atril, Urkullu insistió en la conveniencia para el pueblo vasco de que el futuro Gobierno de Madrid sea capaz de tender puentes hacia un reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado español que permite avanzar en el autogobierno de Euskadi. No obstante, valoró que lejos de situar toda la carga de la responsabilidad que conlleva esta tarea en el futuro ejecutivo central, el Parlamento Vasco debe “predicar con el ejemplo” en esta materia con un acuerdo “fundamental” que se consiga entre las diferentes fuerzas con representación en esta Cámara.