Gasteiz - Tras meses de comparecencias de expertos, los partidos vascos ya han entrado en contenidos para comenzar a dar forma a un nuevo estatus de autogobierno para Euskadi. La ponencia parlamentaria que trabaja en ese ámbito se reunió ayer para estudiar las propuestas de PP y UPyD. Los populares, muy poco entusiastas con el debate, han marcado su techo avisando de que no aceptarán propuestas que desborden la Constitución española, y vetaron el derecho a decretar la independencia, algo que el PNV tampoco está planteando en este momento. Peor lo pintó UPyD, sin margen para acordar con nadie y abocada a una posición marginal por pedir una España simétrica formada por comunidades con las mismas competencias, devolver educación y sanidad al Estado, y eliminar los regímenes fiscales especiales, un ataque directo a la foralidad y el Concierto que permite a las instituciones vascas recaudar sus propios impuestos. El día 17 le tocará el turno a la propuesta socialista, que puede tener más miga porque sí entra de lleno en el debate del autogobierno y propone reforzarlo. Para más adelante quedarían la izquierda abertzale y el PNV. Las fuentes consultadas no avanzan si el ritmo será quincenal, pero revelan que los jeltzales han propuesto agilizar los trabajos por otra vía, convocando reuniones paralelas al margen de la ponencia para ir desbrozando contenidos y llegar con acuerdos más avanzados a las citas parlamentarias.

En concreto, el mecanismo consistiría en que, si dos partidos chocan entre sí por un punto determinado, puedan reunirse por su cuenta y limar esa discrepancia. Los jeltzales creen que se está avanzando a buen ritmo y que esa vía permitiría llegar al final de la legislatura (las elecciones serán en octubre) con unas bases ya acordadas. El articulado completo deberá esperar a la próxima legislatura, al igual que el referéndum de ratificación.

Desde el socialismo son escépticos con ese método. Aseguran a este periódico que los contactos bilaterales no son ninguna novedad sino una práctica habitual en otras ponencias, de modo que no se oponen pero tampoco creen que vaya a ayudar demasiado. A su juicio, lo determinante sería que el lehendakari presentara su propuesta de articulado. El Gobierno Vasco lo rechaza porque no quiere interferir en los trabajos. Sobre la reunión de ayer, el PSE cree que no ha habido grandes avances. En la cita del día 17, propondrán ensanchar el autogobierno de manera que sea útil para los ciudadanos. Se oponen, como el PNV, a que Madrid invada las competencias vascas, pero no coinciden en el catálogo de materias que debería gestionar Euskadi, ya que rechazan las pensiones. Además, recelan del derecho a decidir. Los jeltzales proponen un campo de acción exclusiva para Euskadi en materias sociales como la sanidad o la educación, que Madrid no pueda entrometerse, y someter el estatus a consulta entre los vascos antes de ir al Congreso para forzar al Estado a negociar la voluntad expresada por la ciudadanía. No proponen la independencia. EH Bildu sí, y abraza la vía unilateral.