Damasco/ Estambul - Al menos 18 refugiados murieron ayer, entre ellos seis niños, y otros dos están desaparecidos, después de que una barca se hundiera en el brazo de mar que separa las costas turcas de la isla griega de Lesbos, informó la prensa turca. Entretanto, dos inmigrantes murieron ahogados cuando trataban de llegar a nado a la ciudad de Ceuta desde las costas marroquíes, en un intento en el que participaron unos 200 indocumentados, informaron las autoridades locales marroquíes.
Hay que recordar que el flujo de personas que cruzan el mar para alcanzar costas europeas no cesa, tal y como recordó la responsable de las operaciones en la zona para Médicos Sin Fronteras (MSF), Paula Farias. Así, el miércoles 23 también murieron al menos 13 refugiados, siete de ellos menores, ahogados junto a la costa griega. Farias y el presidente de MSF, José Antonio Bastos, indicaron que su organización médica no da abasto, y denunciaron la situación trágica que se viene produciendo. Y la ausencia de asimilación por Europa, “que siempre ha enarbolado los Derechos Humanos, entre ello el de asilo”, puntualizó Farias el día de Nochebuena.
En Lesbos, dos naves de las patrullas costeras salieron al rescate al recibir noticias sobre una embarcación de madera que se hundía ante las costas de Bademli, una localidad a 70 kilómetros al norte de Esmirna, señaló el diario Hürriyet. Los equipos consiguieron salvar a 21 personas, además de recuperar 18 cadáveres, y prosigue la búsqueda de otras dos personas que estaban en la barca, según testimonios de los supervivientes.
En la búsqueda participan dos barcas y dos helicópteros turcos, y un equipo de buzos acudió al lugar para comprobar si hay personas atrapadas en la cámara interna del barco.
En cuanto a las llegadas a Andalucía, la Wilaya de Tánger (Gobierno civil) explicó a través de la agencia marroquí MAP que los cadáveres de los dos inmigrantes, cuya identidad se desconoce, fueron encontrados por efectivos de las fuerzas de seguridad marroquí, que detuvo además a 104 personas. No se ha ofrecido más detalles sobre el paradero del resto de inmigrantes que intentaban entrar en España.
En cuanto a los migrantes de Lesbos, se desconoce su origen, si bien suelen ser sirios, iraquíes y afganos.
El suceso del Estrecho de Gibraltar se produjo a las 03.00 de la madrugada de ayer (misma hora GMT), cuando este numeroso grupo de migrantes, supuestamente subsaharianos, se lanzaron en masa desde las costas cercanas a la localidad de Belyunech, en Marruecos, para intentar llegar a territorio español. Las fuentes añadieron que dichas personas lanzaron piedras y palos contra las efectivos marroquíes causando varios heridos. Las autoridades marroquíes llevan a cabo desde el mes de octubre una campaña de desalojo de los inmigrantes refugiados en la región de Tánger y al sur de Ceuta, según han confirmado a Efe varias ONG defensoras de los derechos de los inmigrantes en el norte de Marruecos.
“proactivos, no reactivos” El espíritu festivo de la Navidad se refugia en algún recoveco de la memoria de los cristianos en Siria, que, tras casi cinco años de guerra, ayer apenas tenían ganas de celebración por la violencia y el temor a los grupos armados. La habitual decoración navideña con la que cada año se adornaban las calles de Damasco en tiempos de preguerra prácticamente ha desaparecido y las iglesias celebran misas sin grandes festejos por respeto a los fallecidos por el conflicto.
Ante esta trágica situación, la representante española del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Francesca Fritz-Prguda, considera que España “tiene todos los ingredientes” para ser referente en gestión y acogida de refugiados, “el tema global número uno”, y afirma por ello que la nueva Administración debería “hacer que tenga protagonismo y lidere” esta cuestión en la Unión Europea. “Este protagonismo hasta ahora no se ha visto y en la situación actual, ningún Estado puede permitirse ser reactivo. Hay que ser proactivo”, indicó a Europa Press.