Madrid - Se plantaba en los comicios con más ilusión y ganas que expectativas reales, y finalmente los resultados acabaron ayer por confirmar lo segundo. Alberto Garzón, el candidato a la presidencia más joven de todos los aspirantes, no logró su objetivo: conseguir un grupo parlamentario propio para Unidad Popular-Izquierda Unida. Los votos confirmaron el mayor temor de su partido, acabar fagocitado por Podemos. Visiblemente emocionado, Garzón se plantó ante sus bases para admitir que el resultado no le había gustado, aunque se comprometió a “seguir luchando”, antes de avanzar que hablar de pactos era aún algo “muy precipitado”,
Después de que antes de la campaña no hubiera acuerdo con Podemos para presentarse de forma conjunta, algo que ha acabado pagando, el futuro de IU se antoja difícil de atisbar. Los dos diputados -ambos por Madrid- con los que cerraron el recuento quedan muy lejos de los cinco necesarios para formar grupo de Gobierno, pese a los más de 800.000 votos logrados. Con todo, IU pierde más de la mitad de los votos que consiguieron en 2011, evidenciando que ni siquiera la pujanza de Garzón ha servido para salvarlo la deriva.
Los resultados tienen, en cambio, una segunda lectura, fruto de los distintos acuerdos de coalición en el Estado, pues IU contará en realidad con tres escaños integrados en las coaliciones con Podemos en Galicia y Catalunya, aunque sin embargo no computarán directamente a la fuerza de Alberto Garzón. - D. Ortega