bilbao - El PNV convocó ayer a la sociedad vizcaina para explicarle su programa electoral y, sobre todo, para hacerle ver que votar a un partido vasco en unas elecciones generales no es perder el tiempo, ya que un puñado de escaños en la inmensidad de los 350 asientos del Congreso sí puede ser decisivo para defender los intereses vascos. Para apoyar su tesis, el cabeza de lista al Congreso, Aitor Esteban, realizó un exhaustivo repaso de los logros del partido en Madrid, no tan vistosos en la última legislatura de Mariano Rajoy debido a su mayoría absoluta, pero sí muy numerosos en anteriores mandatos. Esteban recordó que entre 2008 y 2011, durante el mandato del socialista Zapatero, arañó 18 competencias que aún quedaban por transferir en virtud del Estatuto de Gernika, logró inversiones de más de 1.250 millones para Euskadi, igualó la edad de jubilación voluntaria de los ertzainas a las fuerzas de seguridad estatales, puso en agenda el problema de los piratas somalíes que acosan a los pesqueros vascos, e insistió para que el tren de alta velocidad llegue a suelo vasco en 2019.
El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, también tomó la palabra para insistir en que su partido “ha sido la voz de los vascos en Madrid” porque el resto de partidos habría incurrido en dejación de funciones. Sobre PP y PSE, aseguró que “están a lo que sus jefes decidan” a nivel estatal aunque suponga votar contra el autogobierno vasco. Sobre la izquierda abertzale, dijo que sus diputados son como el río Guadiana porque aparecen y desaparecen. También repartió reproches para Ciudadanos y Podemos. A los primeros los acusó de pretender cargarse la clave del autogobierno, el Concierto. Sobre Podemos, opinó que solo habla para “decir que lo que aquí tenemos es lo que quiere para el resto del Estado, pero nunca va más allá”.
Ortuzar también coló alguna crítica fugaz hacia Mariano Rajoy por haber colocado las elecciones en periodo navideño, ya que los ciudadanos tienen la mente puesta en los regalos y las celebraciones, y “quizás quien tuvo en su mano la decisión de cuándo serían estas elecciones precisamente buscaba esto, que la gente estuviera a otras cosas y las elecciones pasaran desapercibidas”. En círculos del partido se comentaba ayer con cierto sarcasmo que Rajoy ha tenido que perjudicarlos hasta en el cierre de la campaña: los jeltzales suelen celebrar su acto final en el pabellón de La Casilla, donde acostumbra a congregarse un multitudinario público que sirve a la formación para proyectar una imagen de fortaleza; pero ese pabellón está ocupado por la pista de hielo en periodo navideño. El acto se desplazará a El Arenal, a la intemperie, y el PNV cruza los dedos para que el clima no le sea adverso.