donostia - La Policía de fronteras francesa, el personal de aduanas galo y la Gendarmería han controlado a unas 50.000 personas en la muga entre Gipuzkoa y Lapurdi desde el pasado 13 de noviembre, cuando el Estado francés suspendió el espacio Schengen y, además, decretó por la noche el estado de urgencia tras los ataques de París. En esos controles en los puntos fijos, a los que hay que sumar otros 30.000, unas 60 personas no han podido acceder a suelo galo.
El prefecto de los Pirineos Atlánticos, Pierre-André Durand, se desplazó ayer hasta el peaje de Biriatu, donde respaldó la actuación de la Policía y los cuerpos aduaneros en una tarea que se va a prolongar, como mínimo, mientras París mantenga suspendida su pertenencia al espacio Schengen que permite la libre circulación de las personas. En el caso de la muga entre Gipuzkoa y Lapurdi, son cinco son los puntos de control fijos.Ya en Iparralde, las fuerzas de seguridad mantienen bajo vigilancia las etaciones de tren de SNCF y el aeropuerto de Biarritz, así como patrullas entre Hendaia y Arnegi. - J. Arretxe