gasteiz - Ante el colofón de cada ejercicio parlamentario que supone la aprobación de los Presupuestos del siguiente año, las severas diferencias que han distanciado a EH Bildu, PP y UPyD durante estos doce meses no han impedido que las tres fuerzas compartan su visión negativa de unas Cuentas “partidistas” que “consolidan los recortes”.
Esto tres grupos reclamarán la devolución de los Presupuestos diseñados por el PNV, cuya aprobación está garantizada gracias al apoyo del PSE. Esta circunstancia motivó ayer que la presentación de las respectivas enmiendas de totalidad de las fuerzas opositoras se convirtieran en una sucesión de golpes dialécticos contra la bancada liderada en la Cámara vasca por Idoia Mendia, que respaldará el proyecto de Cuentas jeltzale a cambio de elegir el destino de 35 de los 10.933 millones de euros que contempla el montante total.
El parlamentario de EH Bildu Oskar Matute, acompañado de su compañera de grupo Leire Pinedo, negó dos de los principales argumentos con los que los socialistas intentaron avalar su postura. Rechazó que esta Cuentas acaben con los recortes y tampoco con el fracking, como defienden desde el PSE, ya que no eliminan las partidas dirigidas a la firma pública Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, “creada para mantener el fracking”, según Matute, quien anunció que las enmiendas parciales que presentará su grupo están cifradas en 420 millones.
Una cantidad similar, 400 millones, es la que contemplan las alegaciones del PP, desde donde califican la sintonía de jeltzales y socialistas de “acuerdo político” que trasciende las fronteras vascas. Así, el portavoz económico popular Antón Damborenea, quien intervino junto a la secretaria general del partido, Nerea Llanos, y la parlamentaria Laura Garrido, afirmó que el verdadero precio que se cobrarán los socialistas por su apoyo en Euskadi será el respaldo del PNV a Pedro Sánchez en su pugna con Mariano Rajoy.
En la misma línea crítica, el único representante de UPyD en la Cámara autonómica, Gorka Maneiro, censuró la actuación del PSE, a los que llamó los “palmeros del PNV” y valoró que el verdadero objetivo de los jeltzales y los socialistas es “repartirse todo y tratar de que nada cambie”.